Carta escrita a mi último grupo de alumnos en la Universidad Central de Venezuela, UCV, el día que recibían su título el Aula Magna.
Mis queridísimos ex alumnos, o alumnos, porque así siempre les recuerdo, mis hoy "colegas", aunque no es una palabra que use mucho aquí, en mi España, para llamar a quienes hoy son "Médicos Veterinarios" como yo, quienes con su esfuerzo, el de sus padres, familiares, amigos y compañeros hoy ve cumplir ese hermoso sueño, bajo las nubes de Calder, en nuestra gran Universidad Central de Venezuela, con el título en mano, con cada uno de sus nombres impresos, allí y también en el alma de cada uno de nosotros, quienes hemos sido un poco guías, profesores, compañeros y "aprendices", en esa magia que siempre se convierte ese momento en el que compartimos la enseñanza-aprendizaje.
Mis queridísimos ex alumnos, o alumnos, porque así siempre les recuerdo, mis hoy "colegas", aunque no es una palabra que use mucho aquí, en mi España, para llamar a quienes hoy son "Médicos Veterinarios" como yo, quienes con su esfuerzo, el de sus padres, familiares, amigos y compañeros hoy ve cumplir ese hermoso sueño, bajo las nubes de Calder, en nuestra gran Universidad Central de Venezuela, con el título en mano, con cada uno de sus nombres impresos, allí y también en el alma de cada uno de nosotros, quienes hemos sido un poco guías, profesores, compañeros y "aprendices", en esa magia que siempre se convierte ese momento en el que compartimos la enseñanza-aprendizaje.
Déjenme decirles lo henchida de
emoción que me siento, creo que es tan bonito ver vuestras fotos con esas
sonrisas que lo dicen todo, que lo llenan todo, que traspasa ese Atlántico
enorme, que no respeta distancias… así que espero llegue a todos ustedes mi
abrazo sentido, mi más profunda y emocionada enhorabuena.
Permítanme sentir un poquito mío vuestro logro, aunque apenas les haya dado un pincelazo a ese gran
mural que ahora tenéis enfrente vuestro, pleno de colores y luz, de un futuro
incierto, pero con esperanza, porque van pisando firmes alcanzando poco a poco
vuestras metas.
Nos os
imagináis lo que he llorado al no poder estar allá disfrutando de esas caritas
llenas de alegría de la buena. Pero he visto cada foto, de cada acto, desde la última
clase, la Clase Magistral, las firmas, la entrega de Medallas hasta las del
acto en el Aula Magna, bajo el grito al unísono de U-U-UCV.
Les repito, estoy llena de orgullo,
de emoción hasta la lágrima.
Fueron mi último grupo de alumnos
en esa casa grande y hermosa, nuestra casa que vence la sombra. Que sepan
que los recuerdo a todos, desde el primero cuando con apenas veintipocos años temblaba
dando mis primeras clases, con quienes reí y lloré, con quienes compartí la
vida, desde lo más complejo hasta lo más superfluo. Les tengo a todos y cada
uno presentes en mi vida, porque son parte de ella. El himno de la UCV nos lo
cantaban a mis hermanos y a mí, mi padre y mi madre, cuando apenas éramos bebés
como canción de cuna. Definitivamente “los hombres pasan, pero las
instituciones quedan”, y esa, nuestra casa, la UCV, está allí y estará para
todos nosotros, hoy y siempre.
…qué placer cuando nos llegan esas sensaciones construidas de la materia intangible de la que están hechos los recuerdos, esa sensación dulcemente vivida o ese sentimiento exaltado, aunque sólo sea en la memoria, en ese lugar lejano donde habitan los sueños. La nostalgia no es triste, lo realmente triste es no tener nada que añorar.
Hermosisimooooo profeeee Cariño usted le hace honor a su apellido usted es puro cariñooo y del bueno!!! que gratos leerla por que me la imagino en vivo y directo, siempre dejando la piel y alma en cada palabra que nos decia y eso jamas se olvida siga enseñando que nosotros somos el resultado de cada gota de sudor que nos dejó por mi parte le mando un fuerte abrazo y besos en la frente!!!
ResponderEliminarGracias mil. Como te lo dije, que me recuerden con cariño es muchísimo, y que haya dejado algo en vosotros me da por bien servida.
EliminarEmotivo...
ResponderEliminarhttps://youtu.be/335mTB7ZhbI como el himno.