jueves, 16 de enero de 2014

El Cuarto Poder... somos parte de la #SeparaciónDePoderes

Recuerdo mis primeras lecciones de historia, estaban muy ligadas a lo vivido por mis padres en la Venezuela de finales de los años 50, en los que se sucedieron hechos que determinaron la huida del dictador Marcos Pérez Jiménez a España un 23 de enero de 1958. A ambos les tocó vivir la Caracas de esos años, los trabajos en la clandestinidad y la planificación de una democracia cuyos líderes estaban presos o en el exilio. Mientras, todo un pueblo luchaba a costa de sus vidas, en el mejor de los casos la libertad, a la vanguardia se encontraba la Universidad Central de Venezuela, hoy con más de 297 años de historia.

Recuerdo haber nacido en “Democracia”, en una Venezuela donde existía la separación de poderes “a pesar” del llamado “Pacto de Punto Fijo”, pero que permitió la formación de los primeros partidos políticos y, a su vez, la consolidación de los primeros años de democracia. El Legislativo, con un Congreso de dos cámaras, senadores y diputados, el Ejecutivo, con el Presidente y sus ministros, y el Judicial, con la Corte Suprema de Justicia y sus derivados lógicos. Lastimosamente a la política de verdad, le ganó la politiquería, el dinero fácil y la corrupción fueron dinamitando todo, hasta que se presentó un “encantador de serpientes”. Fue un golpe de estado fallido, pero quedaron como héroes debido a las ansias de poder de otros a quienes les convino que lo fueran. Lo que viví desapareció. No existe. Actualmente Venezuela vive una de las dictaduras mas lastimosas de toda Latinoamérica, no solo por el futuro lógico que ha debido tener si se hubiese hecho caso lo de “sembrar el petróleo”, dicho por el escritor, político, filósofo “Arturo Uslar Pietri”, sino por un pueblo que prefirió escuchar lo que quería escuchar, sin tener presente los principios de la democracia y de los DDHH.

Por diferentes razones profesionales me tocó estar temporadas en Estados Unidos de América, donde la separación de poderes es tácita, y de hecho, el Estado funciona paralelamente a la sociedad, y sirve a ésta. En cuanto algún hecho de corrupción llama la atención de los medios de comunicación, el “Cuarto Poder”, el aludido ha de renunciar a su cargo y a su vida política.

Estuve una temporada en la Argentina pre-corralito, justo una semana antes que todo “estallara” de una manera imparable: la des-aceleración de la economía era terrible, la paridad peso-dólar insostenible. En la actualidad, un país con un suelo rico, sigue sufriendo los embates de esa politiquería que no ha respetado la “separación de poderes”.  Durante mi estancia, tuve la gran oportunidad de estar en La Plata, ciudad fundada hace más de 100 años, planificada de manera que los edificios de los poderes legislativo, ejecutivo, judicial y eclesiástico están uno frente al otro, ninguno por encima, todos a la par.

A mi llegada a esta tierra de acogida, mi segunda patria, España. Me sorprendió la forma de esta falsa democracia, donde la separación de poderes no existe y no se elige a la persona sino al partido que gobierna. Pero creo que esta crisis económica y social que estamos viviendo ha despertado a un pueblo que se sentía satisfecho con lo que “se le daba”, mas no con lo que tenía realmente.
He de sentirme afortunada, porque todo lo anterior me ha dado una visión particular de la vida, y a su vez, a valorar la democracia real, la verdadera, donde un poder es contralor del otro, donde ninguno ha de estar por encima, como se propuso desde su inicio en la ciudad de La Plata. Que el pueblo, los ciudadanos, no deben perder el norte de ello, han de educarse en política, en democracia, para poder ejercer como tales.

Por otro lado, pienso que ese “Cuarto Poder”, los medios de comunicación, donde actualmente las redes sociales juegan un papel fundamental, han de ejercer las funciones para las que están llamados, deberían ejercer de monitores, de “observadores” de todo cuanto ocurre. Pero, parte de este Cuarto Poder, está secuestrado por unos partidos políticos que solo velan por sus intereses. A pesar de todo ello, existe un país que sigue “en contrasentido”, que se revela, opina, reacciona y más, propone. Es un país pro-activo, que se está sintiendo, que está despertando. A la caza se encuentran esos “encantadores de serpientes”, y hemos de ser cautos, cuidar de ese tesoro cual es la ciudadanía activa, que está leyendo y se está formando, que está conociendo sus deberes y también sus derechos, y actuar en consecuencia. Cada uno de nosotros, desde su ámbito, en su radio de acción es parte ineludible de ese “Cuarto Poder”…  somos parte de la “Separación de Poderes” y su control.




lunes, 6 de enero de 2014

El Poder de Uno: asumir el protagonismo de nuestra propia historia...

Estos días nos han dejado mil eventos, anuncios y hechos que no nos pueden dejar indiferentes. O quizás no deberían hacerlo.
Creo que hoy más que nunca es la ciudadanía activa la que debe ser protagonista de su propia historia.

Probablemente todo cuanto nos ocurre sea conveniente, para despertar nuestra conciencia, y para hacernos conscientes, reaccionar pro-activamente, preguntar, ser incisivos, exigir nuestros derechos una vez conocidos éstos y cumplido nuestros deberes como ciudadanos, como sociedad.

El mes de diciembre no pudo ser más polifacético. Mostró en lo público unos políticos que distan mucho de lo que queremos que sean, que no entiendan que son nuestros servidores públicos, que tienen un sueldo que proviene de todos nosotros, y que tienen responsabilidades morales, jurídicas y políticas. Y es hora de exigirlas.

En lo local nos ha tocado vivir un proceso “separatista” financiado desde la Generalitat de Cataluña con el dinero de todos, y cuando escribo “todos” me refiero al contribuyente, pero de toda España, claro. En este proceso vivimos un simposio denominado España contra Cataluña: una mirada histórica (1714-2014), amparándose en el sagrado derecho de la libertad de expresión, sin considerar la libertad de expresión de todos quienes vivimos en Cataluña y que pensamos diferente, de todos los españoles quienes tienen derecho sobre esta su tierra, y sin considerar la Carta Magna, que en su artículo 2 dice textualmente “La Constitución se fundamenta en la indisoluble unidad de la Nación española”… en esos días se nos presentó el Presidente de la Generalitat con las preguntas que pretende formular en un referéndum a todas luces ilegal. Sin embargo, quienes vivimos este proceso de manera intensa, no sentimos en ningún caso el apoyo del Gobierno de España, quien es garante del Estado, su Constitución y sus leyes. Aparecen grupos como “Terra Lliure”, quienes hacen apología del terrorismo; un comunicado de Otegi a favor de “Dret a decidir”, ETA congeniando directamente con un proceso separatista… ¿y qué ocurre con el gobierno?, ¿quién ha de actuar contra todo esto?  ¿realmente esto es un evento local o nacional?.

Durante este mes hemos visto varias acciones de grupos a favor del aborto, de la “ley de plazos”, donde no se considera al feto humano como tal. Lo sorprendente de estos grupos es que defienden los derechos de la “mujer” a decidir sobre su cuerpo, favoreciendo el asesinato (llamado “interrupción del embarazo”) de un ser que también tiene derechos, y sus garantes son los padres de esta criatura y una sociedad que debería velar por ello. Mientras, nos formulamos preguntas, ¿dónde nos hemos perdido como “humanos”?, ¿qué grupo de animales va en contra de su propia especie?, ¿dónde está la “moral”?, ¿qué nos ha pasado?, ¿cómo hemos llegado hasta esto?, ¿la interrupción del embarazo soluciona algo no deseado?, ¿así lo debemos asumir?, creo que definitivamente, cuando tocamos esto, siento que hemos llegado a un punto muy bajo como sociedad, donde la vida no tiene valor por sí misma, y nos sentimos con el derecho, la autoridad de decidir quién nace y quién no…

Mientras todo esto llena páginas de periódicos, el gobierno, para muchos pareciera un ser inexistente, nos plena de impuestos, anuncia subidas de la luz en valores que nos sorprenden, que chocan contra lo que pensamos, contra los presupuestos y mas, contra una sociedad que espera aún medidas que estimulen el empleo, que dejen de golpear a quien lo proporciona, que plantee soluciones. Leemos los periódicos del mundo, y lo que señala es que el dinero destinado a lo público, al crecimiento de la burocracia en lo nacional y lo local aumenta inexplicablemente, incumpliendo con lo solicitado por la UE y lo racional, cuando queremos implantar medidas anticrisis. Aumentan los sueldos de los grandes. Siguen las ayudas a los bancos. Pero las pequeñas y medianas empresas, en otrora la parte más importante de la economía española sigue sin acceso a los préstamos, sin ayudas pero debiendo cada vez más hacer frente a impuestos y subidas de los insumos que van haciendo imposible su subsistencia.

No podría dejar de mencionar los juicios por corrupción que implican la alta casta política, empresarial y monárquica de este país. En particular el de los EREs donde una juez actúa sola contra toda una trama de corrupción asentada en los sindicatos, quienes deberían velar por los derechos de los trabajadores, siendo éstos los afectados. Entre tanto, la “progre” ni les menciona, peor, va en contra de la propia justicia. El ciudadano de a pié se siente no menos que desamparado. Vemos como quienes son imputados y juzgados por delitos que afectan las arcas públicas, es decir, nuestro dinero, están en plena libertad y la ejercen...nos preguntamos, ¿dónde está la justicia?, ¿a quién se aplica?, ¿somos realmente iguales ante la ley?.

Quizás el colofón de todo ha ocurrido entre el mes de diciembre y los primeros días de enero. Hemos sido testigos de la puesta en libertad de asesinos, terroristas y violadores en serie, sin que el gobierno actúe para garantizar la seguridad de más de 45 millones de personas que vivimos en España. Cada hecho nos sigue sorprendiendo, nos indigna, nos hace preguntarnos qué debemos hacer ante tanto. Pero quizás, lo ocurrido hace tan solo dos días, ha sido la guinda de la tarta, esa reunión de más de 63 expresos etarras aprobada por un juez para hacer pública su apología del terrorismo, si, algo que debería ser penado por la ley. Pero dentro de todo ello, un hecho nos ha llenado de esperanza, es lo que se llama “El Poder de Uno”, ese periodista valiente que venciendo miedos se levantó y fue esa voz que hemos querido escuchar, delante de todos, Cake Minuesa nos hizo el favor de devolvernos la confianza, que existe gente buena, hemos sido testigos de excepción de su justo reclamo delante de todas las cámaras y periodistas que cubrían “la noticia”. Exigió que se pidiera perdón a las víctimas, recordó que en esa mesa había 309 asesinatos, una cifra que revuelve las consciencias de todos, que sorprende a los más escépticos, que ha hecho reaccionar a una ciudadanía en las redes sociales. Sin embargo, se ha echado en falta el apoyo de periodistas, políticos, lo que debería haber ocurrido sin dudar un segundo. Cake Minuesa nos mostró que sí existe esa España que queremos, que no podemos ser indiferentes ante esas muertes injustas, ante esas víctimas y ante sus familias, tan víctimas como ellos, a una sociedad que ha vivido en el miedo, que debemos vencerlo y actuar. Minuesa nos mostró “El Poder de Uno”, nos recordó esto que quizás llevamos dentro desde hace un buen tiempo, que debemos reaccionar, asumir el protagonismo de nuestra propia historia, ser esa la ciudadanía activa que se nos exige, que esta nación puede esperar más.