Hoy no puedo dejar de escribir sobre mi tierra. Mi gente.
Pero para ello he de superar el llanto que me sale desde dentro, donde está
tatuada la palabra Patria, esa con mayúsculas que aprendí desde la cuna.
Veo la fuerza que transmite Leopoldo López en su conversación
con Daniel Ceballos, y su frase "Estamos del lado correcto de la
historia", su discurso tranquilo, sereno a pesar del lugar, el espacio
reducido, la luz que apenas atraviesa unos barrotes a los que López se aferra,
desde donde vislumbra un pedacito de país que también vive en una celda enorme,
llena de inseguridad, represión, de un “no hay” como frase perenne, un miedo que
atraviesa lo más profundo de los venezolanos quienes buscan cada vez más “la
salida”, subidos a un avión a cualquier parte.
Leopoldo López es un preso político. Lo sabemos, lo conoce
el mundo entero y poco se hace. Más que gestos de apoyo a Lilian Tintori, su
esposa quien junto a Mitzy Capriles, esposa de Antonio Ledezma, llevan su
mensaje valientemente.
Un año, seis meses y un día. Preso, torturado, aislado por
días, semanas. Y continúa firme, con ese mensaje, por una Venezuela donde se
respeten los Derechos Humanos. La palabra libertad
está grabada en su alma, como debería estarlo también en cada uno de nosotros.
Quienes estamos dentro o fuera de Venezuela.
Hay quienes dicen que López fue usado. Que por sus
convicciones se dejó llevar cual cordero al sacrificio. Pero viéndole, escuchándole,
siento que está lleno de una fortaleza que ya quisiera tener, desearía que la
transmitiera a todos los venezolanos, me conformaría con que un porcentaje la
tuviera, porque los cambios siempre han venido de las minorías.
Quizás sea cómodo escribir desde mi patria de acogida, donde
vivo mi exilio particular, saltando mis husos horarios, extrañando a mi país y
a mi gente. Sí, quizás sea fácil denunciar todo cuanto ocurre desde esta
seguridad que me da el estar fuera de mi Venezuela. Pero imposible dejar de
hacerlo, aunque me escuchen unos pocos, me lean otros tantos. Continúo, como
una gota, tal vez en algo contribuya.
Definitivamente sí, Leopoldo López y Daniel Ceballos, como María
Corina Machado, Antonio Ledezma, entre otros muchos, “están del lado correcto
de la Historia”. Y ¿nosotros?, ¿dónde estamos?
Se puede reconocer la inteligencia no por lo elaborado de las respuestas sino por formular las preguntas correctas. Esa pregunta da que pensar...
ResponderEliminarquerido Vicente, sé cual es tu respuesta y la mía... al menos
EliminarEl deterioro producido por tirano IGNORANTE es el peor de los posibles; históricamente han habido dictaduras de transición incluso económicamente fructíferas, si el dictador es INTELIGENTE Y PATRIOTA...pero el populismo es una dictadura presidida por un necio resentido, apoyado por otros necios resentidos, incapaces de cualquier idealismo y sacrificio PERSONAL.
ResponderEliminarEsto es precisamente su punto débil, su capacidad de traicionarse entre sí, motivados por la codicia, el miedo, o ambos...y por ahí es como se empieza una CONTRAREVOLUCIÓN, antes de ir cogiendo las riendas y poniendo a cada cual en su sitio, sin cuartel, piedad, o miramientos.
La mano de hierro es imprescindible, ya que el perdón sólo lo agradece el bien nacido, y en el chavismo no hay de eso.
Viva Venezuela y abajo la injusticia.