jueves, 27 de agosto de 2015

Chikungunya, complejo nombre para una exótica y dolorosa enfermedad.


Aedes albopictus

El año pasado a Venezuela llegó la Chikungunya. No llegó de forma callada, sino que en medio del desabastecimiento y en particular, de medicamentos que incluso llegaban a los más básicos arribó una enfermedad de nombre complejo y larga recuperación. Se instaló como una vecina más, indeseable a todas luces, en mi querida patria, esa donde el Castro-Chavismo ha cubierto de represión y misera. 
A la fecha, y esto es a nivel mundial, la única medicación recomendada es el "paracetamol" o "acetaminofén". Así que durante los meses donde la enfermedad azotó a la población transformándose en pocas semanas en una grave epidemia, alcanzando unos 34 mil casos conocidos. Esos meses los venezolanos en el exterior formamos rutas de envío de este medicamento. Y hablo de "conocidos", puesto que en el país de la "revolución bonita" las estadísticas son asunto privado del régimen, quien a su vez dispone de poca documentación, lo que se hace escasamente accesible al gremio médico-científico.

La Chikungunya, ampliamente referida en el trópico africano donde es endémica, es una enfermedad viral, un alfavirus, transmitida por un mosquito, en Venezuela aún de "reciente factura", por el Aedes aegypti. Hace poco ha llegado a España donde se reportan unos cientos de casos, en esta ocasión el vector es el Aedes albopictus, el conocido mosquito tigre.


Pero ¿qué pasa con esta patología de complejo nombre, apenas conocida en un país alejado del trópico, con clima y "vectores" aparentemente distintos? 

Como el dengue, parecía lejana y extraña. Y lo era.

Seguramente han leído en los medios de comunicación que el nombre proviene de la forma que toma el paciente al caminar, intenso y múltiples dolores musculares y articulares, "hombre doblado", sería la traducción más cercana de una lengua africana.


Recuerdo perfectamente cuando el año pasado mi hermana menor me llamó para decirme que mi madre tenía Chikungunya, con fiebre y dolores, lo son en extremo más aun para personas que padecen de problemas articulares o enfermedades crónicas. A pesar de la preocupación por mi madre, quien no se podía ni poner al teléfono, estaba segura que estaría en las mejores manos, mi hermana es médico pediatra-neonatólogo, el detalle es que al día siguiente le estaba acompañando convaleciente en la misma cama, las dos con un terrible malestar, dolores de cabeza, fiebre, intenso dolor al caminar, con dificultad de sostenerse en pie y hasta asir cualquier cosa con las manos. Sí, las dos tenían Chikungunya. No, no respeta grupos etarios, ni raza, sexo, nada, el mosquito puede transmitir el virus a cualquiera de nosotros. Además de ello es pancitopénico, esto significa que puede afectar a varios órganos del cuerpo, aparte del aparato locomotor, es de larga recuperación y la persona puede quedar con afecciones y dolores crónicos por hasta dos años, que se tenga conocido.

Mi hermana, así como varios amigos me cuentan que a pesar de los meses o más de un año de haberla padecido, en horas tempranas de la mañana pueden tener dolores en las manos, y que incluso han perdido fuerza en las mismas. Y es que en mi familia, como en la de casi todos los venezolanos hubo varios casos de Chikungunya, el problema es que se desconoce cuántas complicaciones hubo, de ese número de infectados (seguramente supera con creces los 34000), cuántos de ello han permanecido con dolores en estado crónico, cuál es el porcentaje (que puede llegar al 12%) que sigue padeciendo de artritis, cuántos de ellos con enfermedades crónicas previas han tenido complicaciones, cuántos murieron a causa de éstas.

Como otras enfermedades, los grupos más sensibles a la enfermedad son los recién nacidos, personas de tercera edad, aquellos que tienen enfermedades crónicas no controladas o enfermedades cardiovasculares, diábetes o afecciones del sistema inmune, entre otras. 


Es importante conocer dónde vive el mosquito tigre, transmisor principal de la Chikungunya en España. Para quienes trabajamos en el sector salud sabemos que las rutas de las enfermedades ahora han cambiado, siguen las rutas terrestres, marítimas o aéreas, tal y como ocurrió en 2009 con el virus Influenza. Por lo que, en relación al transmisor, el "corredor del Mediterráneo" es el más afectado al día de hoy. 


En otras ocasiones he mencionado cuán importante es conocer cómo prevenir enfermedades que pudieran ser muy complicadas y graves. Aunque no seamos expertos en el tema, en nuestras manos podría estar el controlar que esta infección en particular, pueda o no ser mayor, por lo que debemos vigilar el no tener aguas estancadas cercanas a nuestro domicilio. Y más, ahora que se inicia el año escolar, a los centros de estudios. 

A su vez, es importante exigir a nuestras autoridades locales se aboquen a controlar los puntos donde el mosquito tigre pueda anidar fácilmente. 

La información ante una afección como la Chikungunya debe llegar a todos, incluyendo al personal sanitario quien no está acostumbrado a tratar enfermedades tropicales


Pienso que cada uno de nosotros podría convertirse en un vigilante epidemiológico. 

Prevenir sin duda alguna, es mejor que curar, y en esta ocasión, podemos hacerlo.

OMS, Chikungunya: http://www.who.int/mediacentre/factsheets/fs327/es/ 





2 comentarios:

  1. Bueno, excepto por la diabetes, no tengo azúcar de momento, parece que tengo todas las papeletas; y ya camino-cojeo con dificultad.
    Dicen que en Cataluña hay controles para registrar los coches en búsqueda del mosquito-tigre, que al parecer hace auto-stop. Si veo alguno por la carretera no pienso recogerlo, por si acaso

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    1. ese mosquito es listo pero muy listo, viaja en avión, escondidito en coches o incluso en tren, va por toda la vía feliz y contento disfrutando del paisaje y la comida, presto para infectar!!!
      cuidadín, que los ascensores no se salvan!

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