Es posible que sea la visión de quien está lejos, pero mi
patria, Venezuela, se ve entre brumas, desdibujada por hechos terribles que
consumen día a día al venezolano. Por un duelo que se hace cada vez más
profundo. Un genocidio que ocurre a la luz del mundo, mientras pocos alzan su
voz ante tanto.
Probablemente me repita, una y otra vez lo digo, lo he
mencionado antes: Genocidio, Genocidio, Genocidio…
Conocemos la gran corrupción en la que está inmersa este
régimen CastroChavista que ha llevado al país a unos niveles de miseria jamás
pensados. También sabemos que Hugo Chávez confiscó todo terreno, hacienda,
finca, empresa, industria… para entregarla en manos de un “pueblo” que
desconocía el cómo producir. Mientras dilapidaban las cuentas de la república,
usaban los ingresos petroleros y de otros rubros, llenaban las propias en
paraísos fiscales y “nos” hipotecaban a regímenes lejanos, quienes ahora llevan
el “mando” de una nación en crisis.
Si nos alejamos un poco de todo cuanto ocurre, podemos ver
dibujado un genocidio planificado
donde han participado diferentes actores, desde los capos de La Habana, junto a
los comunistas, quienes estuvieron directa o indirectamente relacionados con
aquellas guerrillas de los años 60’s convertidos al socialismo del siglo XXI, esos
de nueva factura como los de CEPS, Monedero, Iglesias, Bescansa, Errejón y su
entorno ahora en Podemos y el CELAG, los militares que se han ido plegando al
régimen, hasta aquellos que han llegado a “chupar” cual quirópteros todo cuanto
puedan de una nación con las reservas petrolíferas y de gas más importante del
mundo.
Estos 17 años de dictadura han provocado la diáspora más
importante en la historia de Venezuela. Ronda los 2,000,000 de venezolanos
quienes hemos tenido que salir del país en búsqueda de “la salida” por
diferentes razones. Una parte importante con estudios universitarios, lo que
sin duda alguna, ha ayudado y mucho a modificar la sociedad, moral, cultural y
económicamente. Entre ellos están los 20,000 empleados de PDVSA, muchos de los
cuales no pueden volver al país, gran parte de ellos han sido contratados por
otras empresas petroleras, ya que cuando salieron de aquella PDVSA, en 2002, estaba
calificada como al 5ª en su ramo.
Oliver Torres Falleció esta semana por falta de medicamentos para la leucemia |
La crisis humanitaria incluye un desabastecimiento en todos
los sentidos, alimentos, insumos y medicamentos,
desde el más básico a los tratamientos crónicos. Al mismo tiempo, la
violencia desatada asesina unos 27,000 venezolanos al año, lo que significa
que cada día mueren en manos del hampa 74 personas en las calles de Venezuela.
Estos días hemos sido testigos del drama más terrible que
puede ocurrirle a unos padres, ver morir a sus hijos por falta de medicamentos
o insumos, como es el caso de Oliver, Santiago, Isaac o Venus… son sólo cuatro
nombres, pero miles están esperando por tratamientos para el cáncer o
hemodiálisis, por mencionar un par de ellos.
Ante la grave crisis, siete médicos merideños optaron por
tomar la huelga de hambre como forma pacífica de lucha. Pocos líderes de la oposición
se acercaron durante estos días, mientras sus propios pacientes les daban el
apoyo, no solo moral, sino personalmente.
Al final de la semana nos hemos enterado de un “encuentro-reunión”
entre los expresidentes Rodríguez Zapatero, Fernández y Torrijos con varios
opositores, de los cuales desconocemos los nombres. No sabemos lo que se ha tratado
en esta reunión. Pero lo que sí está presente en mi memoria es lo nefasto que
han sido las políticas de Rodríguez Zapatero en España, quien sostuvo una
reunión hace pocos meses, toda sonrisas con Raúl Castro, el dictador cubano elegido
por el libre dedo de su hermano, Fidel. Hay intereses oscuros tras Rodríguez
Zapatero y sus movimientos americanos, perdonadme la autocita, pero es que
desde aquí lo hemos denunciado con anterioridad.
Hasta hace poco, varios diputados de la Asamblea Nacional,
otrora Congreso, estuvieron en la OEA solicitando la aplicación de la Carta
Democrática. A todas luces, por las últimas declaraciones, pareciera que no
quisiese que se aplicara, aunque ésta conllevaría a una crisis mayor que podría
sacar al régimen de Venezuela, el que pareciera agonizante, pero que se oxigena
cada tanto. Se leen declaraciones dispares, opuestas unas a otras, lo cierto es
que no existe nada claro en el panorama. Pareciera que este foso profundo cada
vez se abre más paso hacia el interior de sí mismo.
Entretanto,
un país está envuelto en colas y llanto, un luto largo, un genocidio sin
precedentes.
“Cuando se
tiene un hijo, toda risa nos cala,
todo llanto
nos crispa, venga de donde venga.
Cuando se
tiene un hijo, se tiene el mundo adentro
Y el corazón
afuera” Andrés Eloy Blanco.
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