martes, 22 de octubre de 2013

Hoy, Estrasburgo y la Doctrina Parot ... ¿mañana qué?

Tal vez este eterno optimismo por defecto me hace esperar lo mejor de cada persona, indistintamente quien sea o donde esté. Quizás eso me ha ocurrido el día de hoy. Por momentos me sentía extremadamente europea, adoptiva y adaptada, pero europea, en un continente donde la Justicia debería imperar, donde desde diferentes puntos del planeta recurrimos al famoso Tribunal de la Haya por esos crímenes de “lesa humanidad”, y hoy atentamente, llenos de expectativas y sin perder las esperanzas esperábamos la sentencia del Tribunal de Estrasburgo, la Doctrina Parot en el estrado.

Quizás me invadía un presentimiento que no quería aceptar, tal vez un presentimiento compartido por quienes estamos del lado de las víctimas, y es que ahora existen dos mitades, nos siguen dividiendo, o intentan hacerlo. Sabíamos que todo estaba dicho, todo estaba hecho, previamente, premeditadamente.

Si, Estrasburgo y su tribunal decidían a las 11h a favor de los asesinos y sus derechos humanos. Por momentos me sentí trasladada de sitio, de lugar, de continente, de país. Vivir por un segundo como la llamada “justicia” emite un fallo en favor de los victimarios, no de las víctimas, dejándoles a estas últimas desamparadas, en medio de la impunidad. Este déjà vu terrible me ha invadido todo el día, y aun hasta estas horas siento como se hermanan víctimas a ambos lados del continente, con tribunales que ignoran los derechos humanos de quienes han sido agredidos, de las torturados, asesinados, violados, los derechos humanos de las familias que aún sufren pérdidas irreparables, pero que la justicia debería amparar, mitigar en algo el dolor indescriptible de la ausencia.

Pero no, todo no está dicho, todo no está hecho. Sé, y es una convicción, que la Asociación Víctimas del Terrorismo recurrirá a todo lo posible dentro de la ley para que esta terrible sentencia sea revertida, que la sociedad civil, nosotros como una ciudadanía activa les debemos apoyar en todo momento. Estoy consciente como muchos que la sentencia no es vinculante, que España tiene la última palabra, que se ha de recordar que la seguridad de los suyos, de quienes vivimos en esta hermosa y digna tierra es mucho más importante que cualquier otro hecho, incluyendo el de hoy, en Estrasburgo.

2 comentarios:

  1. Una vez más se echa de menos la ausencia de representación de la sociedad civil. Si las leyes siguiesen el circuito yo elijo a mi diputado unipersonal con un mandato imperativo "x", y este diputado ha de proponer esa "x" para convertirse en ley en una cámara legislativa, las leyes serían distintas; no serían trajes a medida para proteger delincuentes. No se emitirían leyes por y para los intereses políticos de los partidos sino por y para los intereses de los ciudadanos. De esos polvos vienen estos barros. Ni siquiera hubiese hecho falta una Ley Parot porque la ley ya habría dado cuenta directamente de esos criminales. Y ningún tribunal de Estrasburgo no de ninguna parte podría decir ni "mu".

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  2. gracias Vicente por el comentario tan certero, como siempre la palabra justa en el momento preciso. Pienso que la Doctrina Parot fue un parche ante la omisión de la ley, hecha en lugar de reformarle... vivimos la consecuencia política y social, y este momento bizarro que no nos deja indiferentes.

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