Que Caracas
sea una de las ciudades más peligrosas del mundo es una noticia conocida
tristemente por todos desde hace mucho, al igual que también lo son Maracaibo,
Valencia, Barquisimeto o Maracay, por mencionar algunas ciudades de Venezuela.
Como se ha
vuelto una costumbre macabra, los hechos en mi tierra natal abultan
exponencialmente la estadística fatídica de fallecidos por el hampa, calculada
en más de 25,000 muertes al año. Pero a estos números grotescos debemos sumar
aquellos quienes mueren por falta de medicamentos, por falta de insumos, por desnutrición,
por hambre, por enfermedades otrora erradicadas como la malaria, que hoy hace
estragos en un país sumido en la miseria. Vale mencionar a Arnoldo Gabaldón,
médico y político venezolano, durante su gestión en el Ministro de Sanidad (años
40’s y 50’s) se ERRADICÓ esta enfermedad. Aún recuerdo pasar por la carretera
de Morón donde existe una estatua al mosquito (Anopheles nuneztovari, zancudo en mi tierra). Como un recuerdo perenne que esa región fue
en la última donde se conocieron casos (ya esporádicos) en la época de los
60's.
El sistema
sanitario venezolano lleva años haciendo aguas. Sus médicos con una mística admirable,
se dejan la piel sin apenas insumos. Algunos amenazados por esos
"colectivos armados" cuando uno de los suyos llega herido de muerte.
Conozco varios de estos médicos quienes no han tenido más opción que huir del
país con amenazas muerte para con ellos y los suyos. En más de una oportunidad,
desde este blog,
y también en todas las RRSS, nos hemos hecho eco de una situación a todas luces
insostenible.
Ante todo
esto, escuchamos las declaraciones absurdas de un gobernador que le parece
"normal" que los neonatos de un hospital se coloquen en "cajitas
de cartón". ¡Vamos!, que solo queda decorarlas, azul, rosa, con flores,
carritos...mientras los prematuros en riesgo no tienen tampoco incubadoras,
catéter o jeringas, por mencionar solo algunos de los insumos vitales para su
sobrevida.
En mi mente
se repiten las palabras de aquella
carta de una madre quien se suicidó al saber que tenía linfoma no Hodgkin.
Se percató que sería una dura carga para su hijo, quien a su vez debía velar
por sus propios hijos pequeños…sin medicinas, ¿cómo sobrevivir al cáncer? Le
pidió perdón y decidió partir. ¿Cuántos más lo han hecho? ¿Están todos ellos en
esas estadísticas?
Sí, este
teclado desde fuera de mi patria, así como tantos otros, se ha transformado en
denunciante de una situación que vive hora a hora esa Venezuela, donde se gesta
un genocidio
planificado desde La Habana, quienes dictan las pautas de lo que está
sucediendo en América desde hace varios años. Venezuela ha vivido días
terribles, en donde la represión y los muertos llenan las calles, por esta
dictadura que no duda en actuar contra aquellos quienes llevan por arma una
bandera y sus ideas. En esos momentos, como en febrero de 2014, fuimos
nosotros, desde fuera del país que estaba absolutamente en un blackout informativo, quienes alertamos
al mundo sobre lo que ocurría. Nos hemos unido a las voces de nuestra vecina y
querida Colombia, denunciando que ese Pacto “por la paz” (sin paz), es una
farsa, que llevará a asesinos al Congreso colombiano, con todas las garantías y
sin concesiones, dejando la puerta franca de la Casa de Nariño a uno de los
grupos terroristas más terribles que hemos visto actuar en estos últimos 50
años. Entre los “garantes” del pacto, los Castro y el NarcoEstado… con aplausos
del mundo entero, de pie. No hay puntada sin hilo, en lo que pareciera un
sinsentido, pues todo está milimétricamente planificado.
Luego de esa
enorme concentración del día 1 de septiembre en Caracas, muchos nos sentimos
frustrados al ver que NADA cambia. La Asamblea Nacional (AN, antes Congreso de
la República) es hoy por hoy un cascarón vacío, leyes con ruta a ninguna parte.
Esa oposición que ha tratado como "demócratas" a los dictadores,
quienes son teledirigidos desde La Habana. Leo "voces" desde dentro
de esa pseudo oposición quienes mencionan que esto aún no es una dictadura. Es que tener asesinados,
desaparecidos, presos políticos, represión, exiliados debe tener un nombre
distinto que desconozco.
Al concluir
la manifestación del 1 de septiembre, luego de los discursos de rigor por
parte de los diferentes líderes de la oposición, decidieron que TODOS debían
volver a sus casas. Sí, también esos indígenas quienes habían caminado por
durante días desde el Amazonas y el Estado Bolívar. Que habría un “cacerolazo”
y protestas de 10 minutos cada día. Seguramente esas personas quienes estaban al
día siguiente y desde tempranas horas de la madrugada, salieron de las colas
para “estas particulares” protestas (con cacerolas respectivas).
La frustración que generó en muchos, en ese pueblo que marchó, o que lo hizo
desde diferentes ciudades del país y del exterior, luego conllevó a duras
críticas. Y rápidamente, esos líderes de la MUD, quienes representan a una parte
de este país descalificaron a quienes les criticaban. Es más, a quienes estamos
en el exterior por diferentes motivos, todos válidos, algunos de nosotros en el
exilio, nos llamaron “guerreros del teclado”. Hace pocos días, uno de estos
líderes, quien no ha dudado de asumir posturas, gestos y hasta la forma de
hablar de “aquel líder supremo”, nos ha dado un nuevo nombre: pantufleros. Y más
aún, aquellos que han llamado a la desobediencia civil también han querido desacreditar
a quien lo ha mencionado como arma de lucha.
Pero, ¿qué
le decimos a la familia de Franklin Brito quien “murió” en nombre de esa
desobediencia civil, que la suya fue una farsa? ¿Qué le decimos a los cientos
de jóvenes encarcelados en 2014, cuando luchaban por sus ideas de democracia?
¿A todos aquellos que han perdido la vida en estos 18 terribles años? ¿A los
presos políticos? ¿Qué le decimos a María de Lourdes Afiuni?, quien no dudó en
actuar apegada a la ley y por ello ha sido encarcelada por orden de Hugo
Chávez, y además ha sido callada y vejada duramente… ¿Que la desobediencia
civil de todos ellos no es válida? Les digo, es tan o más digna que la de
muchos de nosotros, de eso no tengo dudas.
Pero tampoco
duden que esta “guerrera del teclado” continuará denunciando aquí y ahora lo que pasa en un país lleno de censura y miedo, con
una represión que encarcela por opinar. El Narcoestado se ha adueñado de
Venezuela, el Narcoterrorismo avanza a pasos agigantados en diferentes partes del
mundo. Desde aquí, seguiremos dando la pelea.
No hay comentarios:
Publicar un comentario