lunes, 6 de enero de 2014

El Poder de Uno: asumir el protagonismo de nuestra propia historia...

Estos días nos han dejado mil eventos, anuncios y hechos que no nos pueden dejar indiferentes. O quizás no deberían hacerlo.
Creo que hoy más que nunca es la ciudadanía activa la que debe ser protagonista de su propia historia.

Probablemente todo cuanto nos ocurre sea conveniente, para despertar nuestra conciencia, y para hacernos conscientes, reaccionar pro-activamente, preguntar, ser incisivos, exigir nuestros derechos una vez conocidos éstos y cumplido nuestros deberes como ciudadanos, como sociedad.

El mes de diciembre no pudo ser más polifacético. Mostró en lo público unos políticos que distan mucho de lo que queremos que sean, que no entiendan que son nuestros servidores públicos, que tienen un sueldo que proviene de todos nosotros, y que tienen responsabilidades morales, jurídicas y políticas. Y es hora de exigirlas.

En lo local nos ha tocado vivir un proceso “separatista” financiado desde la Generalitat de Cataluña con el dinero de todos, y cuando escribo “todos” me refiero al contribuyente, pero de toda España, claro. En este proceso vivimos un simposio denominado España contra Cataluña: una mirada histórica (1714-2014), amparándose en el sagrado derecho de la libertad de expresión, sin considerar la libertad de expresión de todos quienes vivimos en Cataluña y que pensamos diferente, de todos los españoles quienes tienen derecho sobre esta su tierra, y sin considerar la Carta Magna, que en su artículo 2 dice textualmente “La Constitución se fundamenta en la indisoluble unidad de la Nación española”… en esos días se nos presentó el Presidente de la Generalitat con las preguntas que pretende formular en un referéndum a todas luces ilegal. Sin embargo, quienes vivimos este proceso de manera intensa, no sentimos en ningún caso el apoyo del Gobierno de España, quien es garante del Estado, su Constitución y sus leyes. Aparecen grupos como “Terra Lliure”, quienes hacen apología del terrorismo; un comunicado de Otegi a favor de “Dret a decidir”, ETA congeniando directamente con un proceso separatista… ¿y qué ocurre con el gobierno?, ¿quién ha de actuar contra todo esto?  ¿realmente esto es un evento local o nacional?.

Durante este mes hemos visto varias acciones de grupos a favor del aborto, de la “ley de plazos”, donde no se considera al feto humano como tal. Lo sorprendente de estos grupos es que defienden los derechos de la “mujer” a decidir sobre su cuerpo, favoreciendo el asesinato (llamado “interrupción del embarazo”) de un ser que también tiene derechos, y sus garantes son los padres de esta criatura y una sociedad que debería velar por ello. Mientras, nos formulamos preguntas, ¿dónde nos hemos perdido como “humanos”?, ¿qué grupo de animales va en contra de su propia especie?, ¿dónde está la “moral”?, ¿qué nos ha pasado?, ¿cómo hemos llegado hasta esto?, ¿la interrupción del embarazo soluciona algo no deseado?, ¿así lo debemos asumir?, creo que definitivamente, cuando tocamos esto, siento que hemos llegado a un punto muy bajo como sociedad, donde la vida no tiene valor por sí misma, y nos sentimos con el derecho, la autoridad de decidir quién nace y quién no…

Mientras todo esto llena páginas de periódicos, el gobierno, para muchos pareciera un ser inexistente, nos plena de impuestos, anuncia subidas de la luz en valores que nos sorprenden, que chocan contra lo que pensamos, contra los presupuestos y mas, contra una sociedad que espera aún medidas que estimulen el empleo, que dejen de golpear a quien lo proporciona, que plantee soluciones. Leemos los periódicos del mundo, y lo que señala es que el dinero destinado a lo público, al crecimiento de la burocracia en lo nacional y lo local aumenta inexplicablemente, incumpliendo con lo solicitado por la UE y lo racional, cuando queremos implantar medidas anticrisis. Aumentan los sueldos de los grandes. Siguen las ayudas a los bancos. Pero las pequeñas y medianas empresas, en otrora la parte más importante de la economía española sigue sin acceso a los préstamos, sin ayudas pero debiendo cada vez más hacer frente a impuestos y subidas de los insumos que van haciendo imposible su subsistencia.

No podría dejar de mencionar los juicios por corrupción que implican la alta casta política, empresarial y monárquica de este país. En particular el de los EREs donde una juez actúa sola contra toda una trama de corrupción asentada en los sindicatos, quienes deberían velar por los derechos de los trabajadores, siendo éstos los afectados. Entre tanto, la “progre” ni les menciona, peor, va en contra de la propia justicia. El ciudadano de a pié se siente no menos que desamparado. Vemos como quienes son imputados y juzgados por delitos que afectan las arcas públicas, es decir, nuestro dinero, están en plena libertad y la ejercen...nos preguntamos, ¿dónde está la justicia?, ¿a quién se aplica?, ¿somos realmente iguales ante la ley?.

Quizás el colofón de todo ha ocurrido entre el mes de diciembre y los primeros días de enero. Hemos sido testigos de la puesta en libertad de asesinos, terroristas y violadores en serie, sin que el gobierno actúe para garantizar la seguridad de más de 45 millones de personas que vivimos en España. Cada hecho nos sigue sorprendiendo, nos indigna, nos hace preguntarnos qué debemos hacer ante tanto. Pero quizás, lo ocurrido hace tan solo dos días, ha sido la guinda de la tarta, esa reunión de más de 63 expresos etarras aprobada por un juez para hacer pública su apología del terrorismo, si, algo que debería ser penado por la ley. Pero dentro de todo ello, un hecho nos ha llenado de esperanza, es lo que se llama “El Poder de Uno”, ese periodista valiente que venciendo miedos se levantó y fue esa voz que hemos querido escuchar, delante de todos, Cake Minuesa nos hizo el favor de devolvernos la confianza, que existe gente buena, hemos sido testigos de excepción de su justo reclamo delante de todas las cámaras y periodistas que cubrían “la noticia”. Exigió que se pidiera perdón a las víctimas, recordó que en esa mesa había 309 asesinatos, una cifra que revuelve las consciencias de todos, que sorprende a los más escépticos, que ha hecho reaccionar a una ciudadanía en las redes sociales. Sin embargo, se ha echado en falta el apoyo de periodistas, políticos, lo que debería haber ocurrido sin dudar un segundo. Cake Minuesa nos mostró que sí existe esa España que queremos, que no podemos ser indiferentes ante esas muertes injustas, ante esas víctimas y ante sus familias, tan víctimas como ellos, a una sociedad que ha vivido en el miedo, que debemos vencerlo y actuar. Minuesa nos mostró “El Poder de Uno”, nos recordó esto que quizás llevamos dentro desde hace un buen tiempo, que debemos reaccionar, asumir el protagonismo de nuestra propia historia, ser esa la ciudadanía activa que se nos exige, que esta nación puede esperar más. 





4 comentarios:

  1. Impresionante certero y cortante repaso a un final de año donde la deslealtad de toda una clase política deja totalmente desamparados y a merced de las tinieblas a una sociedad civil que debe despertar. Sería de necios creer que quienes son expertos en provocar problemas a los ciudadanos van a resolverles algo. Contra la necedad y la oscuridad está la inteligencia y la luz: esa luz solo puede venir de un mediador entre el poder del estado y la sociedad civil; y ese mediador ha de surgir necesariamente de la sociedad civil. Desde que Marsilio de Padua inventase la representación política ha llovido lo suficiente para que esa luz acabe con las tinieblas; pero antes los españoles han de saber que la representación de la sociedad, por y para la sociedad civil, existe. Entonces podremos exigirla. La otra opción es seguir con más de lo mismo.

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    1. mil gracias por tus palabras Vicente, creo que terminas de "redondear" lo expuesto por mí previamente... este final de año no pudo tener mejor inicio, ese evento en Durango nos ha de ayudar a reaccionar; yo sigo teniendo esperanza, esto es mas que optimismo, porque creo firmemente en que somos capaces de vencer el miedo, aprender nuestros derechos y actuar en consecuencia... un abrazo!

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    2. GRACIAS!!! Enrique... qué bonito recibir estos comentarios... un honor!!!

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