jueves, 21 de noviembre de 2013

Agresiones a la Universidad ...agresiones al conocimiento

Facultad de Derecho, Universidad Complutense de Madrid.
imagen de Libertad Digital, 20/11/2013
20 de Noviembre de 2013, agresiones en la Facultad de Derecho de la Universidad Complutense de Madrid. Esta noticia hizo saltar las alarmas en las redes sociales. Me sorprendieron las diferentes posiciones que leía, donde algunos defendían de alguna manera las agresiones aferrándose a sus causas, justificadas o no. Pero un acto de violencia jamás, por causa alguna es justificable, es más bien deplorable. Se pierden todas las razones que se puedan aducir, se pierde absolutamente todo, porque no existe el respeto a la disidencia, no existe el respeto a lo que no es nuestro, a la institución. Los hombres (incluyo mujeres) pasan, las instituciones quedan, esta frase la aprendí apenas empecé a ser profesora universitaria hace unos años. Somos lo que decimos, pero también nuestros actos hablan por nosotros.

Cuando ocurren casos como estos sabemos que estamos tocando límites donde la intolerancia impera. Hemos perdido el respeto de lo más sagrado, la cuna del conocimiento, la Universidad, el lugar en el cual debería haber el pensamiento distinto, disímil que genera diálogos y discusiones que nos llevan al conocimiento, el lugar donde el planteamiento de ideas, la instrucción, las normas, los reglamentos, y por encima de todo, de nuevo el respeto deberían ser el norte de todo ello.
Aula Magna, UCV. Nubes de Calder.
La Universidad Central de Venezuela (UCV), la ciudad universitaria en Caracas ha sido objeto de las agresiones más absurdas, terribles, que nos ha llenado de una tristeza enorme a quienes amamos este recinto universitario, no solo por ser nuestra casa de estudios, sino por lo que ha representado en sus más de 200 años de historia. Por la cantidad de obras artísticas ha sido declarado Patrimonio de la UNESCO. Allí, el gobierno, un régimen plenipotenciario que se dice de izquierdas agrede de forma constante ésta y otras universidades. Sin embargo, a pesar de lo terrible de los hechos sabemos que se trata de una dictadura, no de una democracia, el número de elecciones no le definen como tal.

Mentalmente vuelvo a donde estoy físicamente, España, y leo en los diferentes diarios estos hechos de violencia. No solo contra personas, que ya es gravísimo, sino lo más… pero es que también la agresión es en contra la institución, el hecho de pensar que lo público es de todos pareciera otorgarnos el derecho a destruirle, sin pensar que también tenemos deberes, esto no está en la mente de estos grupos extremistas, se creen con derechos, pero unos derechos inexistentes.
El punto es que ni siquiera estoy considerando las razones por las cuales estos grupos han llevado a cabo todos estos hechos. Confieso que no me interesa en lo más mínimo, pues han perdido toda razón para el diálogo. Su consigna "Contra el fascismo, el capital y toda autoridad", conjuntamente con los ataques ocurridos les retratan.

La impunidad no puede instalarse en el seno de lo más sagrado, la ley debe actuar, y más que la ley la justicia. La impunidad, de nuevo esta palabra, que nos llena titulares, y es que no ha de ser la regla, porque podríamos estar a un paso de un punto en extremo peligroso, la anarquía.

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