Un mes atrás en Madrid tuve la gran suerte de visitar la exposición por los 300 años de la Real Academia Española, RAE, en la Biblioteca Nacional.
Para mí en lo particular fue un recorrido apasionante,
quizás porque siento que a tantos nos une el
español, esta hermosa la lengua, donde somos
tan iguales y a la vez tan diferentes, considerando que vengo de donde provengo,
mi América querida (35 países y 25
dependencias).
Al entrar a la exposición, a la derecha te sorprende una
especie de árbol genealógico donde ubica las diferentes lenguas romances. Es interesante
observar ese tronco común que nos acerca, mucho más de lo que nos separa.
De seguidas nos explica el por qué la RAE decide desde su
inicio llamar "Española" a la lengua y no "castellana". Es
particularmente curioso, puesto que el castellano en su momento fue aceptado,
adoptado o impuesto, según sea el caso, en diferentes partes de España, y en América, donde le hablamos cerca de 500 millones de personas, esto
hace que los españoles representen aproximadamente solo un 9% del total de
hispanohablantes. Castellano y español, ambas acepciones son usadas para
nuestra lengua. Entre lo que tuve ocasión de leer se basa en la realidad de un
país, España, su existencia mucho antes,
su importancia, mucho mayor.
Al caminar con una iluminación deliciosa que seduce al
visitante, me llamó la atención la parte superior de las paredes que van
dividiendo y a su vez sirven en la exposición; estas muestran en blanco sobre un
tenue gris algunas definiciones de la RAE, entre ellas "democracia", "constitución"... No creo en las casualidades, creo que hay
causalidades y probablemente todo está relacionado a lo que nos ha tocado vivir
en estos días, por decir años. Grabé en mi memoria visual la definición de democracia, como la doctrina
política donde la soberanía reside en el pueblo, que ejerce el poder
directamente o por medio de representantes.
A lo largo de la exposición le ofrece también al visitante
poder apreciar las diferentes constituciones, haciendo hincapié en la de Cádiz,
con 201 años de historia. Todo está perfectamente hilvanado para enamorarse aún más de nuestra lengua, su razón de ser, su importancia en nuestra cultura y en todos los ámbitos incluyendo la política, en nuestro día a día.
Progresivamente muestra obras importantes. Destaca como la
mujer fue incursionando en la RAE. María Isidra de Guzmán y de la Cerda, 1784, primera
mujer doctora por la Universidad de Alcalá, fue la primera admitida como
académica honoraria. Luego, no es hasta 1978 cuando Carmen Conde recibe un
lugar en la academia.
Tuve particular curiosidad por buscar los americanos que han
sido y son académicos de la RAE. En concreto busqué a Don Andrés Bello,
filósofo, filólogo, político, académico, escritor, maestro, fundador de la
Universidad Católica que lleva su nombre y de la que fue rector por 20 años en
Santiago de Chile. Este ilustre americano, nacido en Caracas-Venezuela, destacó
no solo en el ámbito literario, sino que hizo propuestas a la RAE vanguardistas
y polémicas en su momento. Es mencionado en el prólogo de una de sus ediciones
por el diccionario que se usó durante años en América del Sur.
Es interesante observar como a pesar que América habla más español
que España, los denominados “americanismos”, muchos de ellos aún desconocidos
de este lado del Atlántico, han ido incursionando lentamente en la RAE.
Laura Esquivel, México. |
América ha aportado
desde hace siglos a las letras de esta lengua Española gran cantidad de
escritores, poetas, políticos, filósofos, filólogos, periodistas, académicos,
científicos y aun lo sigue haciendo. Probablemente,
en esta, nuestra España actual, en su absurda lucha en imponer un idioma u
otro, nos ha hecho distanciarnos, desconocernos, en lugar de nutrirnos
mutuamente. Algunos, han sido o son miembros de la RAE, o han recibido el Nobel
de Literatura. Podría mencionar a muchos, a mi mente y de memoria vienen Miguel Otero Silva,
Andrés Eloy Blanco, Jaime Sabines, Mario Vargas Llosa, Gabriela Mistral, Carmen
Posadas, Julio Cortázar, Laura Restrepo, Carlos Fuentes, Pablo Neruda, Rubén
Darío, Jorge Luis Borges, Mario Benedetti, Ernesto Sábato, entre otros muchos.
No podríamos olvidar el realismo mágico, entre los maravillosos aportes de mi América, este importante género literario e incluso
artístico. Entre sus primeros exponentes Rómulo Gallegos y Arturo Uslar Pietri,
posteriormente le podemos encontrar en las obras de Laura Esquivel, Gabriel
García Márquez, Isabel Allende, Miguel Ángel Asturias, Alejo Carpentier, Juan
Rulfo. Le eché en falta en este recorrido… Es que he de confesarles que mi tierra me tira,
y mucho.
Al final de este paseo,
me permitió percatarme de cuanto tengo por aprender de esta, nuestra lengua
española, y quiero invitarles a ello, no solo a esta interesante exposición, sino a conocer cada día mas nuestro idioma, con el orgullo de tenerle como parte de lo que somos y de nuestra historia. Justo al final, un cierre de lujo, "mágico", sobre un cristal nos muestra un escrito del gran Unamuno "La sangre de mi espíritu es mi lengua...y mi patria es allí donde resuene...".
Gran lección das Carolina al compartir tan agradablemente tu paseo por la exposición del bicentenario de la fundación de la RAE, lo cual agradezco mucho que hayas compartido. Con tu artículo me has permitido vivirla como si de verdad hubiese estado. Opino que debería ser una exposición itinerante en toda España y guste o no la los secesionistas, sería un verdadero ejercicio de libertad poderla ver también en Barcelona. Mejores tiempos vendrán... o peores.
ResponderEliminarCon mis quereres y con quienes me han enseñado mucho y a su vez hay un nexo invisible pero fuerte con relación a tópicos en la vida, siempre van conmigo, en esta maleta... y tu sin duda eres uno de ellos, sabes que estuviste conmigo en este recorrido compartido. Es un honor tu opinión de mi artículo. Mi invitación es a que todos hagamos el esfuerzo de verle. Realmente sería una fortuna que fuese itinerante, por su estructura y concepto ya podría serlo, y con ello incentivar el amor por ese bien tan preciado que es nuestra lengua. No solo es que sea optimista por defecto, también es que me cojo a la "esperanza" absoluta que vendrán tiempos mejores, todo ocurre por una razón, y debemos aprender de ello. Creo...
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