miércoles, 23 de diciembre de 2015

Seguimos aquí, como antes, como siempre




He de confesar que soy extremadamente sensible a los “cambios” políticos. Probablemente lo vivido me haga más reactiva a ellos.

Estos días en los que hemos estado imbuidos entre elecciones, promesas, presiones y amenazas, me ha tocado, por cosas de la vida, ir comprando medicamentos, jabones varios, champú, entre otros “detalles” para enviar a mi familia en Venezuela. Y no es que sea asunto solo de la inflación que está por encima de los 3 dígitos, y un salario devaluado en más de 600%. Sino que a pesar que pudieras tener el dinero en la mano, el “no hay”, como he mencionado otras ocasiones, es la frase común del venezolano.

Paralelamente escucho palabras que me han tenido lanzando advertencias, lastimosamente poco escuchadas o más bien, desechadas porque “no somos iguales”. Esa respuesta de quien se cree superior y que no le tocará la fortuna, o más bien la desgracia de un régimen comunista que conlleva a la miseria al pueblo, mientras los gobernantes mantienen sus arcas llenas. Palabras dichas por los venezolanos a los cubanos, llenos de horror a finales de los 90’s,con similares respuestas.

Hace unos 20 años repetía esta operación con mi familia, para enviar en los viajes a Cuba desde jabón, pasta dental, medicina hasta ropa. Todo lo que se pudiera. Hace 20 años yo vivía en una Venezuela distinta, donde existía un sistema productivo. Las quejas del ciudadano común eran en contra de la corrupción que campeaba a todo nivel. Algo que a todas luces habíamos permitido que ocurriese. No supimos poner coto, y pagamos las consecuencias.

Llegó un señor al que el pueblo miraba con buenos ojos, quien fue protagonista junto a otros de un golpe frustrado en 1992 contra la democracia, en donde murieron cientos de compatriotas, quien hablaba con esas palabras que todos querían escuchar. Un lenguaje llano, simple, lógico y poco elaborado. Al que se fueron plegando personas de diferente nivel social y profesional. Lo que muchos desconocían o no querían creer, es que ese mismo lobo con piel de cordero había estado preparándose en Cuba, bajo la vigilancia cercana de los viejos Castro, quienes tenían todo medido y calculado. Todo ocurrió después que le fue otorgado el “sobreseimiento”, sin inhabilitación política.

Así Chávez encantó con su flauta a ilusos, esos desilusionados por una democracia que mostraba su peor cara. Un momento de coyuntura que bien supo aprovechar. Una crisis institucional terrible. Mientras los medios de comunicación le dieron apoyo en todos los sentidos al candidato de la izquierda: económico, mediático, político. Podría decirse que estoy contando una historia reciente a más de 6000 km de distancia, pero repito, esto ocurrió en la Venezuela de finales de los 90’s.

Llegó con promesas como una constituyente para cambiar la constitución de 1961, para ellos obsoleta porque no contemplaba lo que deseaban. A pesar que sí contenía lo más básico, deberes y derechos, así como la división de poderes. Ese principio de Montesquieu. Habló de un referéndum revocatorio, existen miles de vídeos en las RRSS que lo comprueban, si no estaban de acuerdo con el mandatario, al solicitarlo, podía salir del poder y celebrarse nuevas elecciones. Pintaba todo “supuestamente movible”, pero realmente era un proyecto que quería asaltar el poder a través de las instituciones democráticas, para instalar el suyo. Su proyecto denominado “bolivariano”, secuestrando así el nombre de Bolívar para propios y extraños.

El pueblo venezolano se rebeló contra Chávez cuando mostró su verdadera cara. En el año 2002, se dieron marchas en donde se calcularon más de un millón de personas durante varios días. Ante el descalabro que se presentaba, la mayor empresa del país, PDVSA, y la tercera del mundo (¡¡LA TERCERA!!) decidió parar la producción a gran escala, dejando una de mantenimiento. Chávez salió del poder, existe una carta de renuncia que escribió de su puño y letra. Luego vinieron errores que nos costaron un trabajo de meses y muchos muertos, heridos y exiliados. Apenas vuelve al poder, PDVSA fue de seguidas desmantelada y más de 17.000 empleados echados de sus puestos. Muchos de ellos con pitos y unas Fuerzas Armadas que se usaron para sacarles de sus casas, en pijamas y de madrugada. Sin poder volver. Sin poder ser empleados por empresas públicas o privadas.

De inmediato la oposición se organizó para celebrar el referéndum revocatorio que ya estaba en la constitución de 2000. Se recogieron firmas que se llevaron ante el Consejo Nacional Electoral (CNE), órgano rector de las elecciones en Venezuela. El sistema de votación se había informatizado, pasaba todo a un sistema digital a través del cual el régimen podía tener la información completa de los electores, así como de los firmantes quienes solicitamos el referéndum. Pasamos a una llamada “Lista Tascón”. Así, como les ocurrió a los exPDVSA a muchos los echaron de sus trabajos, otros no conseguían contratos o los trámites ante los organismos gubernamentales eran negados, los que progresiva y rápidamente eran tomados por “los cubanos”.  

Continuaban las protestas, usando medios democráticos para sacar del poder a quienes habían instalado una dictadura. Ingenuidad, inocencia, inexperiencia, candidez… quizás. Las voces que advertían sobre lo que realmente ocurría fueron silenciadas. Los presos políticos comenzaron a ser una realidad en un país que no era escuchado por los medios internacionales. El precio del petróleo se disparaba y el régimen CastroChavista podía pagar, bien y a tiempo.

En el año 2004 se celebró el referéndum en medio de esperanza, un trabajo largo, arduo y duro. Contábamos con veedores internacionales, entre ellos el Centro Carter. Ingenua oposición, ingenuo pueblo. Las colas para votar eran interminables. Quienes llegamos de madrugada votamos después del mediodía, con suerte. Otros pasaron las 12 de la noche. El gobierno amablemente, y a motu proprio alargó la jornada electoral. Entretanto todo se trastocaba. Los datos que tenía la oposición, donde se ganaba el referéndum para revocar el mandato de Hugo Chávez fueron cambiados. Pasadas las 4 de la mañana se dio la alocución por parte del CNE, mismos resultados, pero a la inversa. Es imposible olvidar ese momento, entre no entender lo que ocurría más la frustración de unos líderes opositores desaparecidos, se dio por bueno algo que terminaba de instalar una dictadura que no sabíamos cuántos años y hacia dónde nos conduciría.

Los días posteriores Venezuela los vivió en silencio. Las calles se movían a ritmo denso, pesado. Sin vida. En luto colectivo. No hubo celebración. Estábamos dispuestos a salir a defender lo votado, pero no hubo organización de nada. Desmontaron el sistema desde dentro.

Los presos continuaron y la violencia se adueñó de las calles. El llamado Poder Popular se hizo dueño de ellas, bajo el nombre de “milicias bolivarianas” fueron armados por el gobierno. Actualmente son quienes manejan el sistema de compra-venta de artículos por el “bachaqueo”. El sistema productivo no existe, las zonas industriales (polígonos) son áreas fantasmas de las ciudades. Un país que se autoabastecía en mucho fue llevado en 17 años a la miseria. Mientras ya casi dos millones de venezolanos forman parte de un éxodo insólito. De un país que recibió a tantos, a quienes hizo suyos. Que fue modelo de democracia. Un país que también actuó como árbitro en diferentes partes del mundo.

Hace menos de un mes se celebraron unas elecciones donde contra todo pronóstico, ganó la oposición. Pero no, “le dejaron ganar”, porque el gobierno viene perdiendo desde el año 2004, y eso lo saben muchos, a pesar de lo cual mantienen un silencio cómplice. Algo hay detrás de todo esto, lo intuimos, los sabemos, y poco a poco se va descubriendo. Lo que es un hecho, es que la "ruta de la droga" se mantiene casi que intacta... 


Ahora debo acabar de organizar “mi envío” a mi gente. En un futuro incierto, donde tengo la sensación que en mi tierra de acogida, España, pocos me escuchan. Se acaban de dar unas elecciones y el discurso se repite por un grupo antisistema, Podemos, cuya formación (o deformación) ha sido pagada por el Narcoestado con esos petrodólares que maneja Cuba en Venezuela. Todos saben que fueron preparados para ello. Todos conocen su pasado y poco les importa. Usan palabras adecuadas, un discurso simple, son “del pueblo para el pueblo”, premeditadamente. Y no estoy tan segura que los demócratas sepan cómo actuar. Es hora de los estadistas, los de verdad.

Mi familia cerró las puertas de su casa en 1961. Yo hice lo propio dos veces, en 2005 y luego en 2010 cuando aún tenía esperanzas que algo quedaba de la tierra donde nací y me formé.

Estamos aquí y seguimos dando la pelea. Como siempre decimos, cuando hablamos de nuestra Venezuela bonita, nuestro “pueblo”, estamos distantes pero no ausentes.

Estamos aquí, en esta España a quien decidimos querer como nuestra tierra desde hace casi once años. Sí, la querencia es distinta, pero enorme, porque conlleva una gran responsabilidad, pero que nadie dude que lo daremos todo. 
Como antes, como siempre. 

   


sábado, 12 de diciembre de 2015

A mis queridos alumnos


Carta escrita a mi último grupo de alumnos en la Universidad Central de Venezuela, UCV, el día que recibían su título el Aula Magna. 

Mis queridísimos ex alumnos, o alumnos, porque así siempre les recuerdo, mis hoy "colegas", aunque no es una palabra que use mucho aquí, en mi España, para llamar a quienes hoy son "Médicos Veterinarios" como yo, quienes con su esfuerzo, el de sus padres, familiares, amigos y compañeros hoy ve cumplir ese hermoso sueño, bajo las nubes de Calder, en nuestra gran Universidad Central de Venezuela, con el título en mano, con cada uno de sus nombres impresos, allí y también en el alma de cada uno de nosotros, quienes hemos sido un poco guías, profesores, compañeros y "aprendices", en esa magia que siempre se convierte ese momento en el que compartimos la enseñanza-aprendizaje.

Déjenme decirles lo henchida de emoción que me siento, creo que es tan bonito ver vuestras fotos con esas sonrisas que lo dicen todo, que lo llenan todo, que traspasa ese Atlántico enorme, que no respeta distancias… así que espero llegue a todos ustedes mi abrazo sentido, mi más profunda y emocionada enhorabuena. 

Permítanme sentir un poquito mío vuestro logro, aunque apenas les haya dado un pincelazo a ese gran mural que ahora tenéis enfrente vuestro, pleno de colores y luz, de un futuro incierto, pero con esperanza, porque van pisando firmes alcanzando poco a poco vuestras metas.

Nos os imagináis lo que he llorado al no poder estar allá disfrutando de esas caritas llenas de alegría de la buena. Pero he visto cada foto, de cada acto, desde la última clase, la Clase Magistral, las firmas, la entrega de Medallas hasta las del acto en el Aula Magna, bajo el grito al unísono de U-U-UCV. 

Les repito, estoy llena de orgullo, de emoción hasta la lágrima.

Fueron mi último grupo de alumnos en esa casa grande y hermosa, nuestra casa que vence la sombra. Que sepan que los recuerdo a todos, desde el primero cuando con apenas veintipocos años temblaba dando mis primeras clases, con quienes reí y lloré, con quienes compartí la vida, desde lo más complejo hasta lo más superfluo. Les tengo a todos y cada uno presentes en mi vida, porque son parte de ella. El himno de la UCV nos lo cantaban a mis hermanos y a mí, mi padre y mi madre, cuando apenas éramos bebés como canción de cuna. Definitivamente “los hombres pasan, pero las instituciones quedan”, y esa, nuestra casa, la UCV, está allí y estará para todos nosotros, hoy y siempre.


Se les quiere muchísimo. 


…qué placer cuando nos llegan esas sensaciones construidas de la materia intangible de la que están hechos los recuerdos, esa sensación dulcemente vivida o ese sentimiento exaltado, aunque sólo sea en la memoria, en ese lugar lejano donde habitan los sueños. La nostalgia no es triste, lo realmente triste es no tener nada que añorar.



martes, 8 de diciembre de 2015

Amanece en Venezuela



Quiero empezar este texto tomando lo último del post anterior:
“Para muchos, el día de hoy es histórico. Los números en negativo, la miseria, la violencia y el desabastecimiento parecieran pasar factura a este régimen. Pero los verdaderos héroes de esta jornada son esos anónimos, quienes están desde tempranas horas en las mesas electorales, como testigos y vigilantes de del voto, que se respeten los resultados finales. Son ellos los que están dando la cara, con la esperanza que aún se puede contra una dictadura todopoderosa. Son ellos, quienes hoy, allá, a más de 6 mil kilómetros de distancia están dando la pelea por cada uno de nosotros, quienes nos hinchan el corazón de orgullo patrio, de ser venezolanos, de haber nacido en esa tierra maravillosa que hoy vive sus días más aciagos. Pero a pesar de ello, siguen en pie, sin dar cabida al desánimo.”

En estos días en esta casa se habla venezolano, se pone el Pesebre y no el Belén, porque estamos de celebración. En mi casa, en esta España adoptiva y adoptada.
Y es que nos embarga una alegría enorme, porque hemos ganado. En la mañana de ayer, luego de apenas horas de sueño, de quedarme con el “celular” en la mano esperando noticias, que mi hijo me despertara con cara de circunstancia en plena madrugada sabiendo que su mami trabaja al día siguiente, y también que siempre tiene un país atravesado en la garganta y esta vez con una sonrisa en el alma.

Han sido años de lucha, de procesos de votación, de firmas, de paro petrolero, de marchas, de protestas, de bombas lacrimógenas, de lista Tascón, de cierre de fábricas, expropiaciones ilegales, de pérdida, mucha pérdida, de muertos, persecuciones, un país en la distancia e irreconocible, de angustia… En Diez y Siete años es la primera vez que volvemos a sentir que ganamos unas elecciones y se nos reconoce, esta ocasión nos era imposible participar desde el extranjero. Sin embargo, estábamos lejos pero no ausentes. Así, casi dos millones de venezolanos que hemos tenido que salir del país, por activa o por pasiva. Hoy todos estamos de celebración, aunque sabemos que hay mucho por delante.

Amanece en Venezuela, siempre amanece temprano, con olor a tierra fresca, a café recién colado, a arepa. Amanece calentito, con ese abrazo delicioso de mamá, con el sonido de los pájaros, con el hablar cantadito de mi gente bonita.

Amanece, y sabemos que aún están allí, esos presos políticos. Esas familias que han perdido sus hijos, que hemos perdido bienes y no sabemos si les recuperaremos, que nos separan kilómetros y hasta mares de por medio. Que la producción apenas existe y la productividad pareciera una palabra remota en libros extraños.

Amanece en un país donde los colectivos armados han tomado el poder de muchas zonas, mandan al ritmo de las armas que incluso portan niños. Estamos llenos de cicatrices y heridas sin curar, de mucho luto. Sabemos que esto apenas es un paso. Pero es una luz al final de un túnel al que no veíamos final.

Diez y siete años de adoctrinamiento y miseria.

Como en otras épocas, hemos vivido una hazaña épica que tiene nombres, miles de nombres de ancianos y jóvenes, de presos por un país que ha salido a la calle para dar oportunidad a ese cambio y dispuesto a defenderle. Allí estuvo la diferencia.

Hay hombres que luchan un día y son buenos. Hay otros que luchan un año y son mejores. Hay quienes luchan muchos años, y son muy buenos. Pero hay los que luchan toda la vida, esos son los imprescindibles”, Berlot Brecht.


domingo, 6 de diciembre de 2015

Hoy, Venezuela en contrasentido.



Más de 25 mil asesinatos al año, una cifra que desestructura cualquier esquema. Sin duda alguna, llevan al descalabro a cualquier sociedad. Lastimosamente, ese es el día a día de mi tierra, es la herencia que dejó Hugo Chávez con su “revolución bonita”.
Hace unos días, en plena campaña electoral “colectivos armados” asesinaron en una tarima a uno de los candidatos de la oposición al Parlamento venezolano, Luis Manuel Díaz. Una elección que se da hoy y llena las portadas de casi todos los medios nacionales e internacionales.


Los llamados tupamaros o colectivos armados son organizaciones paramilitares a quienes el Castro-Chavismo ha entregado el mando absoluto de las calles, a través del “poder popular”. La violencia es la que realmente dirige los destinos de Venezuela, son justamente “ellos” quienes manejan los hilos a través de secuestros, asesinatos, presiones, torturas, robos, invasiones… Hoy mi patria elige entre un país con futuro, o éste que es el presente, lleno de odio y sangre, que enluta toda la sociedad directa o indirectamente.

En la actualidad hay más de 70 presos políticos, entre ellos Leopoldo López el más conocido mediáticamente. Pero ha habido más, incluso quienes han sido secuestrados cuando protestaban por sus bienes incautados ilegalmente por el régimen, como Franklin Brito. Quienes ejerciendo sus labores y deberes han sido encarcelados y torturados, como María Lourdes Afiuni o Iván Simonovis.

Lo que hoy vivimos es el producto de 17 años de dictadura, de entrega al régimen de los Castro quienes tienen en los puestos de mando a sus “acólitos”. El sistema productivo del país se destruyó, fue “expropiado” por un régimen a quien poco ha importado el pueblo, le ha utilizado para enriquecer sus cuentas en paraísos fiscales. La “revolución” ha funcionado mientras el precio del petróleo estaba por encima de los $100 el barril, y podía tapar la escasez con productos importados, pero la incapacidad absoluta, la carestía en todos los sentidos se ha hecho patente en una país hipotecado, arruinado y con el petróleo que ha caído a más de 3 veces el valor, las empresas quebradas, sumado al enorme desfalco por parte de los dirigentes Castro-Chavistas.

Paralelamente, se han ido conociendo los nexos de éste régimen con el Narco Estado, al que pertenece, sus conexiones con los cárteles de la droga y con el terrorismo del Estado Islámico. Cuando el mundo aún estaba absorto por lo ocurrido recientemente en París, los venezolanos nos avergonzábamos que uno de los terroristas detenido en Londres le era incautado un pasaporte de Venezuela, y a su vez, dos sobrinos de Cilia Flores, esposa de Maduro llamada “primera combatiente” eran detenidos con más de 800 kilogramos de droga y pasaportes diplomáticos también venezolanos.

Mientras, ante el asombro de tantos, y a pesar de las largas colas que debe hacer el pueblo para conseguir los productos básicos, comida y medicinas, con una inflación que supera con creces los tres dígitos, sabemos que hay muchos quienes siguen trabajando en contrasentido en un país donde el futuro pareciera una palabra hueca. Del cual hemos salido casi 2 millones por razones políticas, de seguridad personal o jurídica, quienes le llevamos como un estandarte entre el duelo largo y constante de la “pérdida” de lo que conocemos como Patria, el acento “dulce” se vuelve un hablar mezclao, mientras se echa en falta el olor, los amaneceres, las playas, las montañas, ese café con conversa, y la gente, lo bueno y lo no tanto, la familia, los quereres. En este laberinto de hechos, nos tropezamos con el verbo “nostalgiar”, y quisieras estar ahora mismo allá junto a los tuyos.

Para muchos, el día de hoy es histórico. Los números en negativo, la miseria, la violencia y el desabastecimiento parecieran pasar factura a este régimen.
Pero los verdaderos héroes de esta jornada son esos anónimos, quienes están desde tempranas horas en las mesas electorales, como testigos y vigilantes del voto, que se respeten los resultados finales. Son ellos los que están dando la cara, con la esperanza que aún se puede contra una dictadura todopoderosa. Son ellos, quienes hoy, allá, a más de 6 mil kilómetros de distancia están dando la pelea por cada uno de nosotros, quienes nos hinchan el corazón de orgullo patrio, de ser venezolanos, de haber nacido en esa tierra maravillosa que hoy vive sus días más aciagos. Pero a pesar de ello, siguen en pie, sin dar cabida al desánimo.

Quiero que el mundo entero gire su mirada hacia ellos, a ese pueblo que insiste y persiste. Sepan cuánto les admiramos. Estas letras van por cada uno de ustedes, muy en particular por mis sobrinos amados, LD, Gabo, Manu, Leo... porque les debemos esto y más.


miércoles, 25 de noviembre de 2015

La "revolución bonita" y la secesión.



Hoy veía desde la ventana el tren que pasa a lo lejos en el Vallés vía Barcelona. Por un momento me vi transportada a la inmensidad del llano que cautiva a quien le conoce. Me sentí como Santos Luzardo gritando entre la ensoñación “¡el tren! – ¡el tren!”… por un instante me dejé llevar por la nada, en el vaho que produce estar en la naturaleza infinita, soñar con el progreso en medio de la barbarie. Me sentí en medio de esa gran obra de Rómulo Gallegos, Doña Bárbara, en la que nuestro venezolano más universal, genio de la literatura, novelista y político, refleja el mundo rural de la Venezuela de finales de 1920’s y la ilusión de la incursión de la citadina hacia el progreso.

Hace casi 100 años que se publicó esa obra increíble donde se muestra la Venezuela de inicios del siglo XX, que si nos trasladamos a aquel contexto, no está muy lejos de la actual. Con un paréntesis importante, 40 años de democracia donde se alcanzaron logros que probablemente a juicio de Gallegos, como también lo fue para Arturo Uslar Pietri, fueron inconclusos. Lastimosamente, la barbarie se comió el progreso en medio de la corrupción a todos los niveles.  

Vuelvo a Venezuela, a los Valles de Aragua, esa tierra siempre verde que la atraviesa de este a oeste la Autopista Regional del Centro, ARC, quizás la vía más importante de Venezuela, una obra vanguardista a inicios de los 60’s, si bien no se cumplió con todo lo planificado. Actualmente se encuentra, en este régimen Castro-Chavista, bajo el abandono más absoluto., bajo el asedio constante de la violencia que se cobra vidas, donde se pierden los nombres para pasar a ser una estadística más en la tierra de lo posible. Y como si esto no fuera suficiente, a lo largo de ella se puede ver un mamotreto, una estructura enorme de hierro ya oxidado y desgastado por la inutilidad, de lo que hubiese sido el tren, el tramo centro-occidental del llamado Sistema Ferroviario de Venezuela, una mega armazón instalada durante el régimen de Hugo Chávez, y como lo define la famosa “enciclopedia libre” Wikipedia, “la información suministrada ha quedado obsoleta o es insuficiente”. Chávez lo vendió como la mayor obra durante su gobierno. Algo que ha quedado a la luz de propios y extraños como fiel reflejo de un megalómano y traidor, lleno de mentiras, quien vendió ilusiones y sueños, apropiándose de los bienes de los venezolanos, llevándonos a la miseria.

Imagino que los diputados de ERC, la CUP, Izquierda Unida, Podemos y demás partidos de la izquierda española, cuando han “visitado” Venezuela, gastos pagados con el erario público de mi patria natal, habrán visto esta pseudo-obra enorme y desvencijada por el tiempo, el sol caribeño y la lluvia, quienes siempre son implacables. Supongo que le recordarán, conjuntamente con las colas enormes que impresionan al mundo entero, que se suceden un día sí y otro también, en la búsqueda de medicamentos o alimentos, productos de la “cesta básica” inexistente en un país, que hoy podría estar a la vanguardia del progreso de América.

No, sin duda alguna no. La “butxaca” es muchísimo más importante que el origen de sus oscuros pagos, comisiones y “apoyos”. 

Pero los partidarios de la izquierda “progre” no solo han visitado la Venezuela de la “revolución bonita” para formarse bajo el ala del Castro-Chavismo, también han participado en eventos de este lado del Atlántico, para promocionar sus “logros”. Sin ir muy lejos, el pasado viernes 20 de noviembre en Barcelona, se dictó una charla por parte de la Organización Internacional de los Países Catalanes, llamada Ítaca, evento promocionado desde el Consulado de Venezuela, y por supuesto diferentes grupos de la extrema izquierda quienes a su vez apoyan los movimientos separatistas de esta región de España. En las redes sociales invitaban al evento bajo los HT #PPCCLate #CadaLatidoCuenta. Si entramos a la página de esta “organización”, podemos leer lo siguiente:

En un context de guerra econòmica i psicològica orquestrada pels Estats Units i executada per l’oligarquia local, és imprescindible que des dels Països Catalans denunciem les agressions que està patint el poble veneçolà en forma d’especulació, escassetat i acaparament de béns de consum per part de l’empresariat que busca desgastar el govern legítim de Nicolás Maduro. Així mateix, tant l’oposició com els EEUU ja han iniciat les amenaces de no respectar els resultats dels propers comicis que podrien acabar en un cop d’Estat

Si me remito tan solo a este párrafo (podréis leer muchísimo más si entráis a la página), podemos empezar por lo que llaman “gobierno legítimo”, una dictadura, donde el dictador actual, Nicolás Maduro, no ha podido demostrar que ha nacido en Venezuela, condición sine qua non para poder ser Presidente. Con lo cual, ya su legitimidad estaría más que discutida. En segundo lugar está el hecho de no haber ganado las elecciones, lo que también ha sido demostrado ante diferentes instancias internacionales.

En el supuesto negado que las anteriores premisas fueran incorrectas, la continua negación y violación de los DDHH, desde el derecho a la vida deslegitima un régimen a todas luces, dictatorial.

Pero creo pertinente recordar que la dictadura no se inicia con Maduro, sino con Hugo Chávez, quien sí ganó las primeras elecciones y hasta el referéndum donde se le permitió cambiar la constitución de 1961 por otra, a través de la cual instalaba su sistema Castro-Chavista, previa entrega del país a los hermanos Castro en 1998, un hecho que no puede más que evidenciarlo como el gran traidor a la patria. Y no contento con ello, hipotecó los bienes de los venezolanos a regímenes extranjeros, chinos, iraníes, rusos, entre otros. Llevando a la cárcel o al exilio a piensa diferente. Un hecho que se repite cada día en tierras caribeñas.

Haciendo memoria, desde mi llegada a España, recuerdo los panfletos pegados en carteleras y paradas de tren y autobús, en la Universidad Autónoma de Barcelona, con una hoz y martillo, imágenes del comunismo más rancio, donde invitaban a charlas para exponer “las maravillas” del régimen que se había instalado en Venezuela. Mencionaban, entre otros temas, la nacionalización de la empresa petrolera, hecho que ocurrió en 1975, 24 años antes que Chávez tomara el poder. No les ha importado mentir para conseguir adeptos a la causa. Hacen uso de datos falsos sobre la pobreza crítica, cuando al día de hoy alcanza más de 4 de cada 5 hogares venezolanos. Todo ello gracias a que con las constantes amenazas y expropiaciones (robos) de empresas, el parque industrial de Venezuela se desplomó, y en la actualidad “el sistema” depende casi exclusivamente de los empleos del Estado o del llamado “bachaqueo”, el cual es también promocionado desde el mismo régimen.

Quienes visitan la mencionada página web, os advierto que está absolutamente en catalán, podrán ver la promoción que se le da a un movimiento que nace en Cataluña, de nombre “Comando de Campaña Popular Hugo Chávez”, o CAPHUCHA. A través de ella intentan convencer que Chávez debería ser tratado paralelamente a Simón Bolívar, secuestrando su nombre y tergiversando su historia. Irónicamente mencionan las palabras opresión, desigualdad e injusticia.

Si creen que toda esta campaña que se da es por creencia absoluta en un ideal, están en un craso error. Porque para la izquierda nada es gratis. No hay ideal por encima de la “butxaca”. Todo tiene una razón, y dista mucho de la utopía de quienes aún creen en que esa izquierda dará respuestas lógicas y plausibles que permitan mejorar la calidad de vida de los ciudadanos. Menos, si apoyan regímenes dictatoriales, donde la violación diaria de los DDHH es un hecho que da la vuelta al mundo.

Estos movimientos reciben constantes “apoyos” y “ayudas” del NarcoEstado. Un término que muchos hemos mencionado desde hace varios años, y que ha salido a la palestra gracias a lo ocurrido con los sobrinos de Cilia Flores, cuando fueron apresados recientemente en Haití con unos cuantos kilogramos de droga. Se conoce que este par portaban pasaportes diplomáticos venezolanos. Que los mismos pasaportes han sido encontrados en personas conectadas con el medio oriente, personajes que están inscritos en el registro del Consejo Nacional Electoral, o CNE, organismo rector de las elecciones en Venezuela. Si creemos que lo que ocurre a más de 6 mil kilómetros de distancia no nos atañe, también en ello estamos equivocados.

Cómo olvidar lo referido por Josep Manel Busqueta, responsable económico y actual diputado en el Parlamento de Cataluña por la CUP, quien ha asegurado en diferentes ocasiones que fue él quien recomendó a Chávez expropiar las empresas privadas, mucho antes que el presidente saliera en televisión lanzando aquel mediático ¡exprópiese! O cómo no recordar las palabras de las palabras de Joan Tardá, quien incita la secesión de Cataluña, es decir, un golpe de Estado sin duda alguna, defendiendo el régimen Castro-Chavista menciona crímenes contra la humanidad… sí, la butxaca manda.
No puedo dejar de recordar a personas de 3ª. y 4ª. edad haciendo colas bajo el inclemente sol caribeño por un kilo de arroz, azúcar o leche. A quienes deben pasar por diferentes filtros, donde están pseudo médicos del régimen quienes deciden si un enfermo de diabetes en silla de ruedas, realmente puede o no tener nefropatía diabética, algo que obviamente no han aprendido, y peor aún, ponen en duda los diagnósticos de los médicos venezolanos. Enfermos que han de llevar a las farmacias para mostrar a dependientes, ni siquiera farmacéuticos, los récipes y análisis para que le expendan el medicamento requerido. No Señor Tardá, esto no solo implica la violación a los derechos humanos. En “su” injerencia y apoyo a un régimen que no le es propio, no le importa, sin duda alguna, que ocurran crímenes de lesa humanidad, y eso, recuérdelo, está penado por Tribunales Internacionales.

Espero de corazón Sr Tardá que cuando disfrute del invierno de sus días no venga un militar y le impida obtener comida o medicamentos. O tal vez, a personas cercanas a usted le quiten de las manos compresas (toallas sanitarias) por tener 12 años, pues según el militar de turno, no es edad para tener la menstruación.

Quiero recordarle a la izquierda de vino y caviar, que mientras ellos cómodamente gritan el “no a  la guerra”, en mi país continúan los presos políticos, torturados, en condiciones infrahumanas. Que hay tres venezolanos que continúan en La Tumba, Gabriel Valles, Lorent Saleh y Juan Miguel de Sousa, esa cárcel con luz constante y aire acondicionado bajo cero, en silencio sepulcral.

Todo esto que narro, que parecieran hechos absurdos por lo kafkianos, ocurren hoy en esa Venezuela que retrató Rómulo Gallegos hace casi 100 años. La barbarie se ha instalado y no sabemos aún hasta cuándo.


Coda: Después que Mauricio Macri ganara la presidencia en la Argentina, hace tan solo unos días, los tentáculos del Castro-Chavismo mueven rápidamente sus piezas. Creo que tenemos en la memoria reciente aquellos 425.000 € de un cheque cobrado por Juan Carlos Monedero por “servicios varios”, o los 9 millones de € que prueba el periodista Nelson Bocaranda pagados a los fundadores de Podemos, un partido fundado en íntima relación con La Tuerka, ese programa que transmite amablemente la televisión iraní. Además de ello, Monedero (y también Íñigo Errejón) es miembro del CELAG, Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica, consultoría cercana a su partido, la que justamente ha sido llamada para “frenar la nueva derecha” que incursiona desde el sur...



lunes, 16 de noviembre de 2015

Entretanto, al otro lado del universo…


Mientras los noticiarios del mundo entero dan debida cuenta de las noticias acerca del asesinato de más de 100 personas por parte del terrorismo yihadista, quien se ha proclamado autor de lo ocurrido en París, este pasado viernes 13 de noviembre. En Venezuela las noticias, aquellas que pueden ser filtradas y pasar el tamiz de la censura hablan de la prisión sinfianza de los sobrinos de la “primera dama” de la República, la “señora” Cilia Flores. Y es que sorprende lo que ocurre con personajes cercanos al poder, a pesar que muchos han hablado y probado en diferentes ocasiones de la relación del narcotráfico con el régimen Castro-Chavista, y hace poco se mostraron pruebas de su relación con el llamado Cartel de los Soles. Estos hechos se suceden mientras el gobierno prohíbe la transmisión de La reina del sur, esa novela de gran éxito donde todo gira en torno al narcotráfico. Bizarro, por decir menos.

Y es que hay más, sería imposible en el país de lo posible. Los sobrinos de la llamada “primera combatiente”, portaban pasaportes diplomáticos expedidos por el Ministerio de Relaciones Exteriores venezolano (perdonen que olvide el larguísimo nombre), mas sus 800 kilogramos de cocaína cuando fueron apresados en Haití. Es un secreto a voces que este tipo de pasaportes está siendo otorgado a diferentes miembros el régimen en Castro-Chavista, y de la familia que lo dirige. Lo que pareciera ser parte de la preparación de la huida de muchos de un país que les ha servido para llenar impunemente sus arcas, bien resguardadas en paraísos fiscales.

Ahora bien, si revisamos el desabastecimiento cada vez más grave en el país y la inseguridad terrible, donde se señalan 78 muertes sólo el día de ayer 14/11/2015, en la Morgue de Bello Monte (Caracas), y esto cada día, más de 25.000 muertes violentas al año...con todo ello, muchos no podemos evitar preguntarnos, ¿quién manda en Venezuela?

Entonces rebobinamos la película, y recordamos cómo durante el gobierno de Hugo Chávez fueron expropiadas (robadas), propiedades, haciendas, fábricas, y un largo etcétera. Nos vienen a la mente la creación de las milicias bolivarianas, que nos son más que una especie de brigadas armadas urbanas, o mejor dicho, el brazo armado del Castro-Chavismo. Paralelamente nos llegan las imágenes de empresas que fueron entregadas por orden presidencial a los empleados y obreros, obviando la pertenencia de sus legítimos dueños. Se creó la figura de la Junta Comunal, quien tiene entre sus funciones “formular, ejecutar, controlar y evaluar las políticas públicas”, asumiendo así, el ejercicio del llamado Poder Popular. Es decir, que a la vez que se llevaba a la quiebra absoluta a Venezuela, se le daba poder a un pueblo sin formación para ello, y se le entregaba en sus manos lo que pertenecía a otros, violando la propiedad privada, una de las piezas principales de la democracia. 

En estos 17 años, todos los poderes públicos han sido nombrados por el poderoso régimen, desde el legislativo al judicial, pasando por el poder “electoral”. Es decir, ellos nombran el organismo regulador y rector de las elecciones y se autodenominan ganadores de la contienda. Esto sin dejar de mencionar el Fiscal y el Defensor del Pueblo, o más bien del “puesto”.

Adicionalmente, la empresa petrolera, PDVSA, quien fue la 5ª. en el mundo en importancia, está absolutamente abandonada e hipotecada al lejano oriente, y por su parte, al “medio”, todo lo referido a minerales, incluyendo el uranio para su propio programa nuclear (con la venia de Obama). Especial mención tiene que las FARC han movido en este tiempo sus cuarteles a tierras venezolanas, y los miembros de ETA veranean sin problemas en las deliciosas playas caribeñas. 

Y claro, sin olvidar, para quienes vivimos en la Península, los nexos probados entre el Castro-Chavismo, Podemos e Irán (sí, los mismos del “medio”). Quienes van dando lecciones de moral sin aun explicar sus extraños ingresos (…esos 9 millones de euros).
Es decir, este régimen en 17 años se ha apropiado de Venezuela a todos los niveles, llevado a la quiebra a un país y su población, reprimido, censurado y apresado a inocentes, y entregado su (in)seguridad a una guerrilla urbana que actúa bajo la protección del régimen. Pero algo ha fallado. Creo que en todos estos años no pensaron que dejando todo el poder al “pueblo”, éste se le vendría de cara. Que los llamados “bachaqueros” tomarían el control económico, aprovechando el desabastecimiento, y los tupamaros las calles. Si todo ello está bajo su poder, entonces, repito la pregunta, ¿quién manda en Venezuela? Y agrego una más: ¿cuánto está dispuesto a aguantar la población sin que ocurra un estallido social? 

Algunos dicen que aún Venezuela no ha tocado fondo, pero siento que ya se siente su fétido aliento, creo que vivimos sobre una bomba de relojería, sin tiempo preciso.



viernes, 13 de noviembre de 2015

¡vamos! ¡que nos vamos!

Antes de ayer hice un ejercicio de meditación importante, para escuchar en la radio una entrevista a Oriol Junqueras, el gran socio de Mas en Junts pel si.
Previamente he de recordar que el llamado “proceso secesionista” se inició hace más de 30 años, donde Convergencia de Cataluña (CDC), con Jordi Pujol a la cabeza inició una hoja de ruta, donde el uso de la “lengua” y tergiversación de la historia eran (y son) piezas fundamentales en todo ello.

Pero vamos a la “entrevista”.

Oriol Junqueras hablaba que lo que hoy vivimos, este “triunfo del independentismo”, para su objetiva óptica, viene de un esfuerzo y trabajo conjunto que se lleva a efecto de forma acelerada desde hace unos 5 o 6 años. Con lo que lo dicho por Pedro Sánchez (o PdrSnchz), quien culpabiliza un día sí y otro también, al gobierno de Mariano Rajoy de la deriva secesionista, lo que es desmentido por uno de sus actores principales. Obviamente, el Estatuto catalán aprobado en 2006 durante el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, es sin duda una baza importante para el “nacionalismo catalán”. En el preámbulo del citado Estatuto reza “Cataluña es un país rico en territorios y gentes, una diversidad que la define y la enriquece desde hace siglos y la fortalece para los tiempos venideros”.

Y es que al tenor de los acontecimientos, no podemos olvidar aquellas fatídicas palabras de ZP: la Nación es un concepto discutido y discutible. Sin duda, en ello se basa gran parte del actual Estatuto, donde “la sedición”, a pesar de ser un delito contemplado en la Constitución Española, se promulga desde el poder y por todos los organismos de la CCAA de Cataluña. Incluyendo en todo ello, a los miembros más débiles de la cadena, los funcionarios, como lo son los profesores quienes adoctrinan a los niños en esta ideología del “independentismo”.

Así pues, Junqueras hablaba de un proceso que ha pisado fuertemente el acelerador desde hace unos años. Afirmaba que en 2012, cuando “ganan” el gobierno de Cataluña, reciben un mandato tácito del pueblo catalán, cuál era el de realizar un referéndum. Quienes vivimos en esta región no podemos olvidar ese 9 de noviembre de 2014, cuando con unas urnas de cartón se plantaron los dirigentes catalanes, desde Mas, Junqueras, hasta quienes estaban al frente del mismo y de la Asamblea Nacional Catalana (ANC), Carme Forcadell y de Omnium Cultural, en su momento Muriel Casals.

Las voces en las diferentes RRSS revelaban la vergüenza ante un hecho consumado, viendo que desde el Gobierno de España negaban lo evidente. Y es más, decían que éste no ocurriría, y luego, que todo fue palabras más palabras menos, una especie de parapeto. Recuerdo que a manos de todos los ciudadanos que vivimos en Cataluña llegaron invitaciones a todo color y en papel de alta calidad para asistir al citado referéndum, violando a todas luces la ley de protección de datos. Entretanto, el Gobierno nacional insistía que todo ello no ocurría.

Junqueras en la citada entrevista decía que luego de ello, al recibir el apoyo del pueblo con una mayoría importante tanto de los resultados como del proceso en sí, venía el siguiente paso, y era ganar las elecciones del 27 de septiembre pasado, las cuales eran consideradas por “ellos” como plebiscitarias. Ante esto, el entrevistador le indicaba de forma insistente que si eran consideradas así, los números no daban como ganador a Junts pel sí y sus propuestas secesionistas. Entonces Junqueras daba vuelta al discurso, como si fuera un predicador que los “escaños” eran lo importante, y en ello eran mayoría. Vamos, de traca, sin duda alguna, las reglas cambian según los jugadores, pero los nacionalistas catalanes, y a su favor siempre.


Al final de la entrevista, el segundo al mando de Junt pel sí, aunque 5º. en la lista, indicaba que el pueblo catalán podía estar tranquilo, porque al final de esta ronda de discusiones habría un Presidente y un acuerdo. Que lo importante ahora era que en 18 meses “nos vamos”, y que quien no lo ve, se da “un golpe en los morros”.

Sí, he continuado mis ejercicios de meditación profunda para poder escuchar y ver a todos los actores del secesionismo, con la impunidad que les da la inacción del Gobierno de España, presidido por Rajoy. Y es que tiene delito, y no hablo sólo del secesionismo, sino que la inacción ante un Golpe de Estado, sea civil y/o militar, según nuestras leyes actuales, pues también se convierte en una violación de las mismas, al no ejercer por “mandato” sus funciones.

Total, que continuando con aquello de escuchar entrevistas, el día de hoy tocó en turno a Neus Montédiputada en el Parlamento de Cataluña por CDC, donde insistía que ellos cumplirán los mandatos de este Parlamento y no los dictámenes del Tribunal Constitucional. Así, sin despeinarse. 

En conclusión tenemos que la película sigue. Pero continúa a expensas del dinero de los contribuyentes, porque todos “quiéralo Usted o no”,  estamos financiando este proceso ilegal, donde impunemente se llama a un Golpe de Estado y las Instituciones que deberían hacer cumplir las Leyes, recurren a otras para que les autoricen a hacerlo. Cuando es un mandato constitucional.  

Quiero terminar recordando algunas partes que están en el Preámbulo de la Constitución Española vigente, de 1978, pronta a su aniversario, apenas 37: 

“La soberanía nacional reside en el pueblo español, del que emanan los poderes del Estado
“La Constitución se fundamenta en la indisoluble unidad de la Nación española…”
“La Constitución garantiza el principio de legalidad, la jerarquía normativa, la publicidad de las normas, la irretroactividad de las disposiciones sancionadoras no favorables o restrictivas de derechos individuales, la seguridad jurídica, la responsabilidad y la interdicción de la arbitrariedad de los poderes públicos”


Repito lo que escribí hace dos años: Ante todo esto, ¿Permaneceremos impasibles, nos mantendremos inmutables? ¿Dejaremos que otros decidan por nuestros derechos?, creo que es hora de la ciudadanía activa, y esto desde hace tiempo, desde hace unos años. 


miércoles, 4 de noviembre de 2015

Un mes, dos historias



Vivimos a un ritmo frenético el día a día. Estamos imbuidos en nuestra vida cotidiana que va desde el trabajo a la casa, pasando por lo que nos acontece en ese entorno cercano, local y nacional. He de confesar, como antes me habréis leído, que el mío cruza el Atlántico y viaja a mi Caribe natal.

 Estos días creo que viajamos entre encuestas. Y muy seguramente según nuestras querencias y cercanías, nos gustarán más unas que otras. Más aquellas cercanas a Enero o éstas próximas a las elecciones generales del 20 de diciembre, cuando estaremos entre “belenes”, si los izquierdistas de vino y caviar lo permiten, turrones y en mi caso, hallacas y pan de jamón. Pero pendientes de un período sin duda, histórico para muchos.

Probablemente, de todas las fechas y acontecimientos políticos que he vivido en estos casi 11 años en la península, éste siento que es el que nos podría marcar más de cara al futuro, inmediato y a largo plazo. Y es que lo que se decide es mucho.

Ciertamente estamos llenos de errores del pasado, lo que nos marca. La corrupción a todos los niveles llega a asquearnos, pero en cierta forma nos ha puesto de cara a la política, que habíamos, y me incluyo, dejado a unos señores que han “olvidado convenientemente” que son nuestros empleados. Y eso, desde el presidente del Gobierno hacia abajo. Los elegimos como administradores del Estado, que es de todos y cada uno de nosotros. Donde las leyes son las que marcan la pauta a seguir. Pero hasta eso nos hemos saltado.

Creo que no deja de sorprendernos, y pienso que por fortuna no perdemos esa capacidad, ante no solo la corrupción sino la impunidad con que ella ocurre. Y es que en la hermosa región donde vivo, Cataluña, cada día las páginas de diarios y redes sociales están plenas de acontecimientos cuyas cifras superan nuestra imaginación. Pero lo más grotescamente asombroso, es que con todo ello, sigan en la calle los autores de semejantes hechos, desfalcos, cobros, comisiones y un larguísimo etcétera. Paralelamente y con una tranquilidad pasmosa el “Govern” se declare insolvente para afrontar la deuda con las farmacias, mientras han usado el dinero (y a manos llenas) en promover la secesión (que no independencia), insistiendo vehementemente como los seguidores de esas sectas religiosas que “Espanya ens roba”. Con sus “telas” amarillas y estrelladas, con un “prusés” que le recuerdo, pagamos todos, sí Usted que me lee lejos de mi casa y de esta servidora, estemos o no de acuerdo con él, y que ambos estemos conscientes que el delito de “sedición” existe, porque sí, que van contra la ley, pero nada pasa.

Cataluña sin duda es una muestra más de todo cuanto ha ocurrido en España durante los últimos 30 años de democracia. Pero no es la única región donde la impunidad es la regla. Sino, pueden buscar los diferentes artículos que publican un día sí, y otro también, mis compañeros de este blog-diario-digital, sobre Andalucía. Y no tengo atisbo de duda que todo ello será decisivo en esta nueva contienda electoral.

Si bien lo que llena los diarios toca temas variopintos, que van desde la pre-campaña hasta los probables pactos que pudieran sucederse luego del 20D, nadie pone en tela de juicio que su voto pueda ser “usado” de forma fraudulenta. En España nadie duda que la votación es fiable. Que incluso el voto por correo es absolutamente respetado.
Entretanto, las discusiones entre los venezolanos en mi país giran en torno a la participación o no en las próximas elecciones del 6D, cuando se eligen los nuevos representantes a la Asamblea Nacional, antiguo Congreso de la República, otrora de Venezuela, y desde la constitución de 2002 con el “primer nombre” de Bolivariana. Que no hace tanto nos cambiaron el nombre, si lo pensamos bien. Muchos son los que llaman a que la votación sea masiva, a fin de garantizar el menor porcentaje de fraude, sí sí, como lo lee, fraude. Porque Usted verá, el árbitro, llamado Consejo Nacional Electoral (CNE), imparcial, lo que se dice “imparcial”, poco. A decir verdad, nada. Y ahora que lo pienso quizás su nombre sea otro y tenga algo como “Popular” en medio, como casi todo en el país de lo posible.

La historia es corta, pero difícil de entender para quien no está acostumbrado a estos “teleles”. Todos los poderes en la Venezuela chavista son nombrados por el gobierno, desde el Fiscal de la República, el Defensor del Pueblo (o del puesto), hasta los jueces del Tribunal Supremo, incluyendo sin duda alguna, los “rectores” del CNE. Para más inri, las elecciones son casi en su totalidad vía digital, a través de una pantalla con un software manejado también por el CNE. Así pues la oposición, quien va cada día más desunida, tiene en primer lugar que convencer a un electorado que no cree en unas votaciones limpias ni en ellos mismos, que participen. Aparte de pedir el voto por cada candidato. Porque no sé si muchos recuerdan que existe un cable submarino que se instaló para contactar a Cuba y Venezuela, lo que luego se hizo vía satélite, con lo cual, no pongo en duda que mucho de lo que allí se decida se haga también por “otras vías”, como se ha hecho antes. Vamos, que lo tienen crudo, y mucho. Ojo, y que no se dude que habrá, como siempre, veedores internacionales, que hemos tenido invitados a diversos personajes, como a Juan Carlos Monedero, el mismo de los 9 millones de euros, y a Gaspar Llamazares, quien decía que había que apoyar al régimen de Hugo Chávez para el referéndum revocatorio de 2004. 

Mientras en España nos asombran los hechos de corrupción, la impunidad, los programas electorales posibles o imposibles, si existen o no. En mi país intentan convencer un electorado que debe pasar horas en colas, literalmente llueva, truena o relampaguee, según el día de la semana y de acuerdo a su documento de identidad para poder adquirir productos de primera necesidad, tanto alimenticios como medicamentos, si es que los hay, con una inflación que ya se ha instalado, aunque Usted no lo crea, en los tres dígitos, cosas de la revolución bonita… 

Si hemos tenidos meses previos algo moviditos, los días que vienen creo que estaremos en medio de un tsunami. Así que señores, como dicen en mi tierra: ¡A ponerse las alpargatas que lo que viene es joropo!

también en http://www.eldemocrataliberal.com/2015/11/en-un-mes-dos-historias.html