Quizás me invadía un presentimiento que no quería aceptar,
tal vez un presentimiento compartido por quienes estamos del lado de las
víctimas, y es que ahora existen dos mitades, nos siguen dividiendo, o intentan
hacerlo. Sabíamos que todo estaba dicho, todo estaba hecho, previamente,
premeditadamente.
Si, Estrasburgo y su tribunal decidían a las 11h a favor de
los asesinos y sus derechos humanos. Por momentos me sentí trasladada de sitio,
de lugar, de continente, de país. Vivir por un segundo como la llamada “justicia”
emite un fallo en favor de los victimarios, no de las víctimas, dejándoles a estas
últimas desamparadas, en medio de la impunidad. Este déjà vu terrible me ha
invadido todo el día, y aun hasta estas horas siento como se hermanan víctimas
a ambos lados del continente, con tribunales que ignoran los derechos humanos
de quienes han sido agredidos, de las torturados, asesinados, violados, los
derechos humanos de las familias que aún sufren pérdidas irreparables, pero que
la justicia debería amparar, mitigar en algo el dolor indescriptible de la
ausencia.
Pero no, todo no está dicho, todo no está hecho. Sé, y es
una convicción, que la Asociación Víctimas del Terrorismo recurrirá a todo lo
posible dentro de la ley para que esta terrible sentencia sea revertida, que la
sociedad civil, nosotros como una ciudadanía activa les debemos apoyar en todo
momento. Estoy consciente como muchos que la sentencia no es vinculante, que España tiene la última palabra, que se ha de recordar que la seguridad de los suyos, de quienes
vivimos en esta hermosa y digna tierra es mucho más importante que cualquier
otro hecho, incluyendo el de hoy, en Estrasburgo.
Una vez más se echa de menos la ausencia de representación de la sociedad civil. Si las leyes siguiesen el circuito yo elijo a mi diputado unipersonal con un mandato imperativo "x", y este diputado ha de proponer esa "x" para convertirse en ley en una cámara legislativa, las leyes serían distintas; no serían trajes a medida para proteger delincuentes. No se emitirían leyes por y para los intereses políticos de los partidos sino por y para los intereses de los ciudadanos. De esos polvos vienen estos barros. Ni siquiera hubiese hecho falta una Ley Parot porque la ley ya habría dado cuenta directamente de esos criminales. Y ningún tribunal de Estrasburgo no de ninguna parte podría decir ni "mu".
ResponderEliminargracias Vicente por el comentario tan certero, como siempre la palabra justa en el momento preciso. Pienso que la Doctrina Parot fue un parche ante la omisión de la ley, hecha en lugar de reformarle... vivimos la consecuencia política y social, y este momento bizarro que no nos deja indiferentes.
ResponderEliminar